En todas las situaciones de la vida, hay un personaje que tiene que hacer de "poli malo" probablemente a costa de que todos sepamos que se trata de un mercenario. La dignidad no alimenta pero a algunos nos da de comer. Pedro Farré, director de relaciones corporativas de la SGAE se ha despachado (vía El Otro Lado) en El País a cuenta de los que apoyamos la Frikipedia (artículo de piezas en BA):
Son un "grupo no amplio de internautas, sin un mínimo rigor intelectual, cuatro personas que odian nuestra organización, porque es eficaz defendiendo los derechos de sus socios".
No contento, afirma que es "una clamorosa difamación" lo que la Frikipedia contaba. La parodia (eso que alguna vez no entendieron los que nos dan lecciones de rigor legislativo), justo lo que hacía la Frikipedia, parece descubrirse en sus propias declaraciones que terminan con otra vuelta cómica al explicar por qué "Linux" está como filtro en su web:
Es una anécdota ridícula. Hace cinco años, cuando hicimos este filtro, Linux se asociaba a movimientos alternativos y a insultos. Olvidamos retirarla, pero se retirará.
La historia del software libre comenzó mucho antes pero la de Linux, nació en 1991 con un mensaje ya histórico. En 2001 según Farré, estaba asociado a sectores "alternativos" (sic) e insultos. Penoso. Casi tanto como la frase que nos descubre David Bravo en su bitácora que aparece en El País en versión recortada (Mercè Molist las publica al completo), referente a las pintadas en las puertas de la SGAE. Las negritas completan la versión en prensa:
La policía está muy pendiente de este movimiento porque no sabemos cuántas personas hay detrás y no querríamos tener una desgracia.
Sin comentarios. A pesar de que Pedro Farré ha sido un humorista en ocasiones de altura, que no se preocupe, lo reconocemos, no tenemos rigor intelectual porque nos habremos quedado en primero de carrera.
(Relacionado: Jorge Cortell nos recuerda en este video cómo la sátira explica el comportamiento de la SGAE. Al humor no se le debe poner una mordaza)