En Reino Unido se están planteando que quizás con el dividendo digital no será suficiente para abarcar toda la demanda de ancho de banda en Internet móvil que se generará en el futuro cercano, por lo que ya están buscando 500 MHz más de espectro para asignar en los próximos diez años.
Aunque se trata de un tema que todavía está en fase muy preliminar de estudio, el gobierno británico se está planteando permitir que los operadores pujen por más frecuencias para sus redes móviles.
Pese a que en 2012 (más tarde que en España) se licitarán las frecuencias de los 800 MHz que provienen del llamado dividendo digital y de los 2,6 GHz, desde el Department for Culture and Sport opinan que el nuevo espectro se quedará corto más pronto de lo debido por culpa del crecimiento en el consumo de Internet móvil que se espera por la generalización de los smartphones y tablets.
La intención, por tanto, es buscar frecuencias asignadas actualmente a los organismos públicos que no estén en uso o lo estén ineficientemente, para subastarlas entre las operadoras a lo largo de esta década.
En total planean liberar 500 MHz, repartidos por varias bandas del espectro, siempre por debajo de los 5 GHz. Eso sí, por el momento están únicamente identificando zonas que potencialmente se podrían abrir, para su posterior estudio más detallado.
Por ejemplo, ya han analizado que entre las bandas correspondientes a 2.310-2.390 MHz y 3.400-3.600 MHz se podrían rascar 160 MHz, mientras que el resto vendría de las zonas de los 2.700-3100 MHz, 3.100-3.400 MHz y 4.400-5.000 MHz, a las que habría que sumar cinco bandas más por debajo de la barrera de 1 GHz que serán más interesantes por su menor frecuencia.
Es el primer país que se plantea abiertamente ir más allá del dividendo digital, sugiriendo que más tarde o más temprano habrá que volver a asignar nuevas frecuencias a las comunicaciones móviles, siguiendo la demanda prevista del mercado.