Investigadores alemanes han logrado establecer un nuevo récord de velocidad en tecnología óptica al transmitir datos a 10,2 Tbps sobre una única fibra y una longitud de onda, multiplicando por cuatro la anterior marca.
Científicos del instituto Fraunhofer Heinrich Hertz, en colaboración con la Technical University of Denmark (Copenhagen), han batido su propio récord de velocidad sobre fibra óptica que quedó en 2005 establecido en 2,65 Tbps, multiplicándolo por cuatro para llegar a alcanzar unos impresionantes 10,2 Tbps. Esta velocidad supone, por ejemplo, poder transmitir el contenido de 240 DVDs en un segundo.
Lo lograron enviando pulsos de 300 femtosegundos de duración (un femtosegundo = una milbillonésima parte de un segundo) emitidos cada 800 femtosegundos a través de una única fibra y una longitud de onda (un sólo canal de transmisión). Las grandes troncales ópticas internacionales que logran velocidades similares, pero con la diferencia de aglutinar varias fibras en el mismo cable y transmitir mediante varias longitudes de onda simultáneamente. Esto es, enviar sobre cada una de las fibras, varios canales independientes en paralelo separados en frecuencia.
Pero, además de incrementar enormemente la frecuencia de emisión de los pulsos ópticos, emplearon por primera vez a estas velocidades una modulación 16-QAM (4 bits por símbolo), modulando tanto la amplitud de la señal como la fase de la onda lumínica. Esta técnica se utiliza de forma habitual en tecnologías actuales (ADSL, Wi-Fi, HSPA, TDT), pero no en enlaces ópticos.
Por el momento se trata de un prototipo con bastantes limitaciones, ya que la prueba se realizó en condiciones de laboratorio sobre una fibra de 23 kilómetros de longitud, todavía lejos de la distancia de los tramos entre amplificadores de las redes ópticas comerciales, pero que supone una aproximación a lo que podríamos empezar a ver dentro de unos cuantos años.
En general, desde el mundo científico se aplaude el avance, pero sin embargo hay alguna voz discordante desde la Universidad de Rochester (EE.UU.), donde un profesor indica que a velocidades superiores de 100 Gbps es mejor transmitir utilizando varias longitudes de onda. Además, en su opinión el sistema alemán no tendría muchas opciones de ser viable comercialmente, al menos de momento, debido a que estos pulsos tan cortos se degradan muy rápidamente por efectos de la dispersión cromática (los pulsos se hacen más anchos temporalmente a lo largo de la fibra y pueden interferir entre ellos, provocando fallos de detección en destino).
Justo al conocer este récord, desde el laboratorio de NEC en Princeton (EE.UU.) anunciaron que ellos habían llegado a enviar 101,7 Tbps de información sobre una única fibra, aunque esta vez mediante 370 longitudes de onda, lo que supone 294 Gbps por cada una. Cifras muy elevadas, pero lejos de los 10,2 Tbps en un mismo canal de los alemanes.
