Hoy en Desmontando Mitos, te explicamos por qué es una mala idea modificar la configuración del router aumentando la potencia del wifi si lo que quieres es mejorar la cobertura.
Muchos routers y puntos de acceso wifi traen una opción para modificar la potencia máxima con la que emiten la señal wifi. De entrada podemos pensar que modificando este parámetro y configurandolo con máximo valor permitido conseguiremos que la cobertura wifi mejore. Así lo entienden muchos artículos que recomiendan aumentar la potencia del wifi como solución mágica para los problemas de cobertura inalámbrica en casa.
La cobertura también depende del cliente
La potencia máxima que usan los puntos de acceso wifi está regulada. En la banda de 2,4 GHz se permiten hasta 100mW, mientras que en las de 5 y 6 GHz puede utilizarse el doble, hasta 200mW (1000mW en algunos canales), lo que ayuda a compensar la peor propagación de las frecuencias más altas. Sin embargo, se trata de máximos que en la mayoría de los casos no necesitamos utilizar y que hacerlo incluso puede resultar perjudicial.
La creencia de que aumentar la potencia equivale directamente a una mejor cobertura viene de la radiodifusión tradicional, como la radio FM o la televisión TDT. Solo hay que aumentar la potencia del centro emisor para que la señal cubra un área más grande y llegue a más clientes. Esto es así porque la comunicación es unidireccional, del centro emisor hacia el receptor de los oyentes.
Con el wifi la cobertura no solo depende del punto de acceso, sino también del cliente, puesto que la comunicación es bidireccional. Ambas partes emiten y reciben:
- Aumentar la potencia de solo una parte hará que su señal llegue más lejos, pero no que pueda escuchar a dispositivos más alejados.
- El cliente recibirá la señal del punto de acceso, pero dado que su potencia sigue siendo la misma su señal se desvanecerá por el camino sin alcanzar al punto de acceso.
En los dispositivos móviles economizar batería es una prioridad, así que la potencia de su wifi está limitada a unos 15 mW. Las tramas beacon que el punto de acceso wifi emite cada 100 ms. incluyen la potencia máxima que tiene configurada, con el fin de que el cliente trate de igualarla dentro de sus posibilidades. Esta desigualdad nos lleva a una situación que seguro te resulta familiar: el cliente ve la red wifi disponible y con algunas rayas de cobertura, pero no es capaz de navegar.
Si tienes en casa más de un punto wifi, otro efecto perjudicial de aumentar la potencia lo encontrarás al hacer roaming, ya que los clientes se quedarán pegados a un punto de acceso distante con el que ya no pueden comunicarse, pero cuya señal les llega con fuerza, evitando saltar al punto más cercano con el que sí podrían navegar.
Finalmente, el wifi no es una tecnología para competir, sino para compartir. Todos los puntos de acceso que solapan su cobertura y frecuencia en un vecindario comparten de forma ordenada y por turnos el tiempo de emisión, escuchando antes de emitir para evitar pisar la señal de otras redes. Al aumentar la potencia más allá de lo necesario para cubrir la superficie de nuestra vivienda, invadiremos otras viviendas, consumiendo tiempo de emisión en el canal, lo que se traduce en menos velocidad disponible para el resto de redes. No te quejes si otros vecinos aumentan su potencia perjudicando a tu red.
Cómo mejorar cobertura sin aumentar potencia
Si quieres mejorar la cobertura de una red wifi recurre a un router con más antenas, lo que hace que su sensibilidad sea mejor gracias a la diversidad MRC (Maximal Ratio Combining), una técnica que reconstruye con mayor fidelidad la señal recibida al sumar la que llega a cada antena procedente de varios trayectos, como la de reflexiones sobre objetos.
Ubicándolo en una posición elevada en el centro del domicilio y sin objetos en sus proximidades, las posibilidades de cubrir toda la casa sin necesidad de repetidores aumenta exponencialmente, y eso se traduce en un ahorro en la factura eléctrica, un espectro más limpio y mejor rendimiento de la red local.