Hasta hace poco más de un año era totalmente legal que un comercial llamase por teléfono para vender los productos o servicios de una compañía. La única forma de evitar estas llamadas era inscribiendo nuestro número en una lista de exclusión publicitaria, como la famosa lista Robinson, pero en junio de 2023 entró en vigor una nueva normativa que prohíbe por completo el uso del teléfono para captar clientes si el titular de la línea no ha dado previamente su consentimiento para que le llamen.
Saltarse esta prohibición puede salir muy caro. La Agencia Española de Protección de Datos tiene en su web un formulario para que los usuarios puedan denunciar fácilmente. Tras la investigación, la empresa responsable puede enfrentarse a sanciones de decenas de miles de euros.
Las operadoras de telecomunicaciones han sido sancionadas en numerosas ocasiones por llamar a números que no querían ser molestados, sin comprobar que figuraban en la lista Robinson. Vodafone, cansada de pagar multas por los descuidos de sus comerciales, obligó a toda su red de distribución a cursar las llamadas a través de un proveedor de VoIP que hace de cortafuegos. En caso de que el comercial marque un número que figura en la Lista Robinson, bloquea la llamada, evitando así posteriores reclamaciones.
Hay comerciales que además tienen prohibido usar el teléfono para captar clientes, puesto que están destinados a la fuerza de venta a puerta fría door to door y solo pueden cerrar ventas en persona. En este grupo, hay quién, con el fin de aumentar sus ventas y abarcar zonas lejanas a las que tiene asignada, está utilizando el teléfono sin el consentimiento de la operadora a la que representa. Para evitar ser penalizado, pide al cliente que cuando la operadora le llame para confirmar la contratación, diga que se realizó de forma presencial.
La AEPD ha puesto en evidencia esta práctica gracias a la denuncia contra Yoigo por parte de un cliente que fue captado mediante este sistema. Yoigo ha descubierto el pastel cuando el cliente ha solicitado la grabación de las llamadas, que lógicamente no están en su poder, al haberse realizado fuera del control de la operadora.
Seguir el juego a este tipo de venta telefónica no autorizada contribuye a perpetuar el spam, premia la actividad comercial agresiva y expone a las compañías a ser sancionadas.