La CNMC pone la primera multa a una operadora por ocupar ilegalmente la infraestructura de Telefónica sin pedir permiso con el fin de ahorrarse el coste de alquilarla.
Las operadoras que despliegan su propia red de fibra alquilan a Telefónica los conductos, arquetas y postes por los que se tiende la fibra en las calles. Esto se realiza a través de la oferta regulada MARCo, que fija precios mensuales por usar cada uno de estos elementos.
Dada la dimensión de su red, para Telefónica es muy difícil controlar que solo las operadoras que han pedido permiso son las que introducen sus cables en sus canalizaciones. En muchos casos las empresas han venido ocupando estos espacios sin saber a ciencia cierta si pertenecen a Telefónica, a los vecinos o a la administración, pero también hay quién ha aprovechado la situación para desplegar sin comunicarlo, beneficiándose así del consiguiente ahorro de costes y reducción de plazos para empezar los trabajos.
Tras años de quejas de Telefónica por la imposibilidad de atajar esta práctica, la CNMC aprobó a finales de 2022 una resolución en la que establecía el proceso para regularizar la ocupación ilegal de infraestructuras. Con la norma en la mano, cuando Telefónica descubre un okupa, le otorga 4 meses para legalizar y empezar a pagar o 2 meses para desmontar sus cables. En caso contrario Telefónica, tras el visto bueno del regulador, está facultada a cortar los cables y desmontar.
Primera sanción por ocupar infraestructura de Telefónica
Telefónica ha venido regularizando las ocupaciones producidas antes de la resolución de la CNMC. Desde entonces, quien ocupa sin permiso, además de tener que legalizar, comete una infracción grave sujeta a sanción.
El primer sancionado aplicando esta normativa es Svint, que en 2016 dió el salto de FWA a la fibra con su propio despliegue en las urbanizaciones donde contaba con más clientes. Esta operadora valenciana ha tenido que hacer frente a una sanción de 1.500€ por la ocupación ilegal de 14 postes de Telefónica en la urbanización Colinas de Venta Cabrera en el municipio valenciano de Montserrat.
Curiosamente no fue Telefónica quién denunció el caso a la CNMC, sino un competidor, la operadora levantina Redi, quien durante la planificación de sus propios despliegues se encontró con los postes ocupados y a su rival haciendo competencia desleal.