BEREC (European Regulators for Electronic Communications) ha enviado a la Comisión Europea sus hallazgos preliminares en cuanto al tráfico en Internet gracias a la recogida de datos de más de 400 operadores así como organizaciones de consumidores, industria de contenidos y algunos internautas privados. Aunque estamos en la fase de validación, consolidación y categorización de los datos, con un horizonte para un informe fijado en el segundo cuarto de 2012, sí se puede afirmar ya que la neutralidad de la red continúa comprometida: la práctica más frecuente es el bloqueo o limitaciones en el tráfico P2P, tanto fijo como en redes móviles, así como en la voz sobre IP (VoIP) a través de lo que se conoce como Deep Packet Inspection (DPI).
Además, BEREC ha encontrado una amplia variedad de restricciones a lo largo de Europa. Algunas se encuadran bajo el epígrafe de "seguridad e integridad" para controlar el tráfico de spam; otras para gestionar la congestión de datos que se realiza mediante buffers o a través de "estrangular" el streaming de vídeo. Y es que al menos 1/3 de los operadores intervienen en sus redes para ofrecer servicios especializados.
¿Qué es el DPI?
El Deep Packet Inspection es el acto de inspección realizado por cualquier equipo de red que no sea punto final de comunicación, utilizando con algún propósito el contenido que no es el encabezado (típicamente la carga útil) del paquete. Los dispositivos con habilitación DPI tienen la habilidad de mirar en la capa 2 y más allá de la capa 3 del modelo OSI
¿Qué dicen los ISP?
DPI permite a los operadores asegurar una distribución equitativa del ancho de la banda evitando congestión de la red. Adicionalmente, puede asignarse una prioridad más alta a VoIP o videoconferencias que requieren baja latencia en contraste con la navegación que no la requiere. Este es el enfoque que los proveedores de servicio utilizan para dinámicamente asignar ancho de banda de acuerdo con el tráfico que está pasando por sus redes.
Implicaciones jurídicas
Un informe del Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea concluye que el bloqueo del tráfico P2P para impedir la circulación de contenidos con derechos de autor viola el secreto de las comunicaciones y la protección de datos personales.