La CNMC respalda la petición de Telefónica para modificar el sistema con el que se calcula el precio que las operadoras pagan por la electricidad que consumen los equipos que tienen en las centrales y que tras las últimas subidas de la luz les permitía pagar mucho menos que lo que le costaba a Telefónica.
Telefónica tiene la obligación de hacer sitio en sus centrales para los equipos del resto de operadoras. Este servicio de coubicación incluye el espacio físico, la climatización, iluminación, seguridad y la provisión de energía en forma de corriente contínua de -48 V con respaldo en caso de fallo de suministro. Operadoras como Orange, MásMóvil o Vodafone recurren a este sistema en más de 2000 centrales para alojar los equipos OLT y ROM donde se ordena y conecta el cableado de fibra que alimenta sus propios despliegues utilizando las canalizaciones e infraestructura de Telefónica.
Telefónica cobra al resto de operadores su consumo eléctrico a partir de una estimación a partir de la potencia declarada de los equipos que instalan, en vez de basarse en medidas de consumo real con un contador. Aunque esta última posibilidad está contemplada en la OBA (Oferta de Bucle de Abonado), ninguna operadora ha solicitado este método hasta la fecha.
Telefónica cobró menos luz a las operadoras de la que pagó a sus suministradores
Telefónica calcula el precio del kWh a partir de lo que pagó el año anterior a las compañías eléctricas. Este retraso de 12 meses no ha supuesto un gran desajuste desde su puesta en marcha gracias a la relativa estabilidad del precio de la luz antes del 2021. Sin embargo, la subida de la electricidad que arrancó en el segundo semestre del 2021 y ha continuado desde entonces, ha producido un gran desajuste entre lo que paga Telefónica y lo que factura al resto de operadoras. Durante el segundo semestre de 2021 Telefónica les facturó la luz a 6,6 c€/kWh mientras pagaba 16,2 c€/kWh, lo que supone un 145% más.
En medio del apagado de centrales de cobre las operadoras están retirando los viejos equipos DSLAM utilizados con el ADSL y dejando los de fibra que tienen un consumo muy inferior. Esto hace que la cantidad de kWh que Telefónica factura hoy a las operadoras sea inferior a la que ella pagó hace un año a su proveedor, de forma que no puede recuperar lo pagado de más. Si en el tercer trimestre de 2021 Telefónica facturó a las operadoras 80GWh, un año después la cifra había descendido a unos 74GWh. La diferencia irá en aumento dado que si en 2022 se cerraron 43 centrales con operadoras coubicadas, en 2023 serán 120, en 2024 700 y en 2025 1400.
Es por eso que la CNMC ha aceptado la propuesta de Telefónica para modificar la forma en la que se calcula el precio de la electricidad, de forma que se ajuste mucho más a la real. El nuevo sistema que ya ha entrado en vigor le permite además aplicar un recargo durante 6 meses para recuperar lo pagado de más durante el 2022.