Vodafone paga voluntariamente una sanción de Protección de Datos por asignar por error a un nuevo usuario el número que un cliente había portado a Movistar y que debía haber sido borrado de su base de datos.
Los rangos de numeración de números de teléfono disponibles son asignados por la CNMC a las operadoras de telecomunicaciones para que éstas a su vez puedan entregarlos a los clientes que contratan una línea telefónica fija o móvil. Una vez esto ocurre, el número pasa a ser propiedad del usuario y si éste decide abandonar la compañía, puede llevárselo consigo. Además, cuando el número se asigna a la línea de un particular, se convierte en un dato personal, lo que conlleva ciertas implicaciones legales.
La portabilidad es el mecanismo con el que las operadoras coordinan el intercambio de números entre ellas cuando un cliente decide llevarse su número a una nueva compañía. Este proceso se gestiona, en el caso de las líneas móviles, a través del nodo central de AOPM (Asociación de Operadores para la Portabilidad Móvil). Cuando de madrugada se ejecuta el cambio, la antigua operadora debe eliminar este número de sus sistemas para que no pueda ser asignado a otro cliente.
2 líneas de distintos clientes con el mismo número
En el caso de Vodafone este proceso parece que no funciona correctamente. En el foro puedes leer el caso de un cliente de su segunda marca Lowi que comparte número con otro cliente. Ahora nos llegan noticias de un caso con ciertas similitudes y que ha supuesto un final doloroso para Vodafone.
La AEPD ha sancionado a Vodafone con una multa de 100.000 € por tratar un dato personal protegido como el número de móvil sin tener el consentimiento del usuario. La resolución de la agencia1 explica que el usuario fue cliente de Vodafone, pero decidió llevarse su número a Movistar. Tras completar la portabilidad, Vodafone cometió el error de no eliminar el número de entre sus asignaciones, de forma que pasó a estar disponible para nuevos clientes. El titular legítimo del número puso una reclamación al descubrir que su número había sido asignado dentro de la red de Vodafone a una nueva línea.
El efecto de esta situación no prevista es que el titular legítimo no podía recibir llamadas de usuarios desde la red de Vodafone, ya para la operadora la línea seguía en su red asignada a otro cliente. A su vez, el cliente duplicado tampoco podía recibir llamadas desde fuera de la red de Vodafone, ya que en realidad su red era Movistar.
Tras la reclamación, Vodafone liberó el número, pero volvió a reutilizarlo en hasta dos ocasiones más, lo que evidencia que sus sistemas sufren algún tipo de bug que da lugar a esta situación excepcional.
La sanción de 100.000 € impuesta por Protección de Datos por tratar un dato personal sin legitimación, se ha quedado en 80.000 € al aceptar la operadora el pago voluntario.