La compañía sueca Ericsson será la encargada de desplegar el nuevo núcleo de la red móvil 5G de Movistar, sustituyendo al de la china Huawei que ha venido realizando esta tarea hasta ahora con el 4G.
Con la sustitución de un proveedor chino por uno europeo Telefónica se prepara para la futura Ley de Ciberseguridad 5G que asignará un nivel de riesgo a cada fabricante, teniendo en cuenta entre otros parámetros, la participación e influencia de gobiernos extranjeros sobre la compañía. Los proveedores chinos habituales, como Huawei y Zte están en la cuerda floja y de ser marcados, las empresas de telecomunicaciones deberán sustituir los equipos de estas marcas en puntos críticos de la red, como lo es sin duda el núcleo que gestiona toda la red móvil.
Antenas de Ericsson, Nokia y Open RAN
Con la llegada del 5G Telefónica se ha ido independizando progresivamente de Huawei y Zte. Aunque colaboró con estas empresas en diversos pilotos para probar casos de uso 5G, finalmente no recurrirá a estas compañías para construir la nueva red. En julio anunció que serán tanto Ericsson como Nokia las encargadas de la parte de la red de acceso radio, es decir, las marcas de los paneles radiantes que equipan las estaciones base, así como las unidades radio y de banda base que las conectan con el núcleo.
El nuevo core de Ericsson no solo gestionará estaciones base de Nokia y Ericsson. En una segunda fase, Telefónica quiere emplear soluciones Open RAN, un estándar abierto que hace posible que componentes de las estaciones base de diversos fabricantes puedan trabajar conjuntamente, en contraste con las soluciones de fabricantes cerrados que suministran todos los componentes bajo la misma marca puesto que no son interoperables con los de otros fabricantes. La previsión es que en 2022, 800 estaciones base utilicen ya Open RAN y que en 2025 el 50% del despliegue de la red esté basado en el estándar abierto.
El núcleo 5GC de Ericsson seguirá usando Huawei para el plano de usuario
En cualquier caso Telefónica ha troceado el núcleo de la nueva red en varios componentes interoperables que asignará a diferentes proveedores. El de Ericsson gestionará la parte más crítica, el plano de control, encargado de dar acceso a la red y gestionar la itinerancia entre antenas, entre otras muchas funciones, mientras que Huawei se seguirá utilizando para el plano de usuario, encargado de proveer los servicios, como las llamadas o los datos móviles, aunque probablemente también acabará siendo sustituido.
El contrato con Ericsson está valorado en una decena de millones de euros, presupuesto que aumentará a varias decenas en el futuro.
Con el núcleo de Ericsson, la red 5G NSA de Movistar podrá independizarse del 4G y convertirse en autónoma, de forma que los móviles no necesitarán conectarse a ambas señales, ahorrando así batería y ganando eficiencia, velocidad y latencia, lo que abre todo el potencial que el 5G ha venido prometiendo.
Movistar tiene una apretada agenda durante este 2022 en lo que respecta al despliegue de 5G. Con los 700 MHz disponibles y los 3,5 GHz reordenados, la operadora adelantó que el nuevo núcleo 5G SA se activará en los próximos meses con el ambicioso objetivo de llevarlo al 100% de la población antes de que finalice el 2023.