Las viejas marcas de la historia de las telecomunicaciones en España parecen haberse convertido en una cantera para recuperar nombres comerciales con tirón sentimental. Después del caso Airtel, su titular ha solicitado el registro de la marca MoviLine y ha conseguido obtener el dominio moviline.es
.
Ya hemos hablado en un par de ocasiones sobre la nueva Airtel, una operación maestra de marketing que, gracias al despiste de Vodafone no renovando su vieja marca, está dando una segunda vida a la veterana marca de telefónica móvil, poniendo nombre a un nuevo OMV. Pero, como nos señalan los lectores en los comentarios de anteriores artículos, los mismos titulares que han conseguido hacerse con la marca Airtel están luchando para conseguir de otra de antiguas marcas del inicio de la telefonía móvil en España: MoviLine.
MoviLine sigue en manos de Telefónica pero ha perdido el dominio
MoviLine fue registrada como marca en España en 1992 bajo dos epígrafes, servicios de telecomunicaciones y como marca de aparatos telefónicos. Actualmente su titular en vigor es Telefónica S.A., quién la renovó por última vez en 2012 por un periodo de 10 años.
Sin embargo, el pasado 28 de octubre se presentó una solicitud en la Oficina Española de Patentes y Marcas de la marca MoviLine para la clase Niza 35: "Publicidad, gestión de negocios comerciales, administración comercial y trabajos de oficina". Actualmente la solicitud se encuentra en tramitación y en periodo de alegaciones para los interesados que quieran oponerse a la concesión. ¿El solicitante? S. M. C., justo el mismo propietario de la marca Airtel.
Aunque Telefónica no descuida sus antiguas marcas, como hizo Vodafone con Airtel, y sí conserva en su poder la marca MoviLine, parece que no ha sido tan cuidadosa con el dominio moviline.es
. Lo cierto es que NIC ES permitió el registro de moviline.es
el 17 de enero de este año y actualmente su propietario es S. M. C. Telefónica sí conserva el .com
.
La obtención de la marca para un sector no relacionado con las telecomunicaciones por parte de S. M. C. podría ser entonces solo una estrategia para respaldar la posesión del dominio .es, ante la posibilidad de que Telefónica lo reclame alegando infracción de marca.