El pasado mes de junio descubrimos los primeros indicios de que LaLiga había iniciado una campaña dirigida directamente contra usuarios particulares consumidores de fútbol. El abogado especializado en propiedad intelectual, David Maeztu, confirmó que varios de sus clientes en el País Vasco y Ciudad Real habían sido los primeros en recibir una carta firmada por LaLiga donde se les acusaba de haber utilizado su conexión a internet para acceder a servidores IPTV piratas.
Las cartas incluyen la dirección IP del usuario y la relación de partidos visualizados. Para evitar ir a juicio, LaLiga solicita cesar en la conducta señalada, comprometerse a bloquear el acceso desde su conexión a servidores piratas y pagar 450,16€ en concepto de indemnización por daños y perjuicios.
Lo más sorprendente es que las cartas indican que la información del usuario, que permite enviarle la notificación certificada por correo ordinario, ha sido "proporcionada por su prestador de servicios de información".
Y es que LaLiga está aprovechando una autorización judicial obtenida unos meses antes, que le permite solicitar a las operadoras de telecomunicaciones datos identificativos del titular del contrato de líneas que han accedido a ciertas direcciones IP, correspondientes con servidores utilizados para emitir fútbol pirata. Aunque la resolución judicial persigue identificar a usuarios que hacen cardsharing, es decir, que ceden su señal obtenida legalmente, el presidente de LaLiga dejó claro que pensaba utilizar este instrumento para llegar hasta los consumidores.
Miles de aficionados reciben cartas de LaLiga
En una entrevista para la revista Forbes1 concedida durante su visita la pasada semana a las Naciones Unidas en Nueva York, Javier Tebas, presidente de LaLiga, ha confirmado que su equipo antipiratería tiene acceso a la identidad de un gran número de usuarios que piratean sus contenidos, lo que ha permitido por primera vez empezar a sancionar directamente a los aficionados.
Aunque no se indica el número de destinatarios de las cartas, se habla de "miles" de multas. La campaña de recaudación está siendo un éxito, puesto que "una gran parte" ha aceptado pagar los 450€ que se piden para evitar ir a juicio
Esta temporada, LaLiga ha comenzado a multar a los aficionados que han accedido a su contenido ilegalmente. Gracias a una sentencia de un tribunal español, la liga española ahora tiene acceso a los nombres de pila y apellidos de ciertos aficionados (se tuvieron que cumplir ciertos parámetros) que piratearon ilegalmente su contenido. Emitió miles de multas por un importe de 450,16 euros, que según Tebas "una gran parte de los aficionados aceptó pagar y, posteriormente, dejaron de piratear".
