La telefónica alemana Telekom ha conseguido en los tribunales una victoria relevante para el resto de grandes telecos europeas, incluyendo a la española Telefónica, en su pugna histórica con las grandes tecnológicas para que contribuyan a financiar los costes que les supone transportar el tráfico que generan.
La sentencia se produjo el pasado 14 de mayo en un tribunal regional en Colonia, Alemania, tras un proceso iniciado tres años antes por Deutsche Telekom contra Facebook. Ambas empresas habían mantenido hasta entonces un acuerdo de interconexión entre sus redes mediante peering para intercambiar tráfico, en el que Facebook se comprometía a pagar unos 5,8 millones de euros anuales a la operadora alemana, pero la red social exigió una rebaja del 40% para renovarlo. La propuesta de DT fue una rebaja del 16% que Facebook no aceptó, de forma que el contrato quedó rescindido.
Eso no interrumpió la comunicación entre ambas redes, pues ninguna de las dos partes se podía permitir no dar acceso a la otra. Para los clientes de una operadora no poder acceder a los servicios de Facebook (ahora Meta) desde su conexión es inconcebible, así que DT mantuvo el peering, pero paralelamente inició una batalla legal para exigir el pago del tráfico.
Meta se siguió beneficiando de las visitas procedentes de la red de DT a sus servicios sin pagar por ello como había hecho hasta entonces. Probablemente este sea uno de los puntos determinantes en la decisión del juez, que estima la petición de DT y obliga a Meta a pagar 20 millones por el tráfico intercambiado durante el periodo de tiempo que ha pasado desde que se resolvió el contrato.
Aunque la decisión judicial del tribunal alemán es específica para el caso que enfrenta a DT y Meta, donde ya existía un acuerdo de peering pago previo, se trata de una sentencia que puede animar a otras operadoras a recurrir a la justicia para obligar a los proveedores de contenidos a pagar si lo han hecho en el pasado.
El caso de Meta y DT tiene muchas similitudes con el mantenido en el pasado por Telefónica con Netflix, que llegó a afectar a los usuarios al verse estrangulado el tráfico entre ambas redes, ya que Telefónica exigía un acuerdo de peering de pago para ampliar la capacidad.
Las operadoras llevan décadas exigiendo a las grandes plataformas una contribución justa por los gastos que genera seguirles el ritmo. El tráfico de vídeo y la nube son los grandes impulsores del constante aumento de tráfico utilizado por los clientes desde las redes de acceso de fibra y móvil, lo que según las operadoras les obliga a incurrir en gastos para dimensionarlas adecuadamente.