La televisión pública británica quiere dejar de usar las ondas para difundir su señal y se prepara para ser una cadena que emita solo por internet, por lo que pide al gobierno que prepare a las redes fijas para tomar el relevo de la TDT. Su anuncio es un jarro de agua fría para las pretensiones del sector audiovisual europeo que trata de evitar que las redes móviles se queden con las frecuencias de la TDT a partir de 2030.
La más veterana televisión pública da el primer paso para abandonar las ondas
La British Broadcasting Corporation (BBC) es la más veterana de las televisiones públicas. Fundada en 1922, fue la primera en realizar emisiones regulares de televisión a partir de 1936 utilizando el sistema analógico de 405 lineas, calidad que en 1967 fue aumentada a 625 líneas en color, estándar en el que se basó la televisión analógica PAL que utilizabamos en España. En 1998 dio el salto a la televisión digital, siendo éste el único medio de transmisión desde 2012.
Las ondas de radio han sido durante todo este tiempo el medio preferido para difundir la señal de televisión, pero dada la voracidad de las redes móviles por el espectro disponible y la mayor capacidad que demandan calidades más altas como la UHD, está dejando de ser el medio idóneo para la televisión del futuro. La BBC es el primer radiodifusor de envergadura en reconocer esta nueva realidad.
Su director general anunció ayer1 en un discurso ante la Royal Television Society que el grupo se prepara para el apagado de las emisiones regulares mediante radiodifusión con la vista puesta en el 2030, por lo que insta a los poderes públicos a garantizar que para entonces las redes de banda ancha fija como la fibra llegan a toda la población para garantizar que el público pueda seguir accediendo a las emisiones.
Para la BBC, la distribución solo por Internet es una oportunidad para conectarse más profundamente con nuestras audiencias y brindarles mejores servicios y opciones que las que permite la transmisión. Proporciona importantes oportunidades editoriales. Un apagado de la transmisión ocurrirá y debería ocurrir con el tiempo, y debemos estar activos en la planificación para ello.
La TDT teme desaparecer a partir de 2030
En Europa la televisión tiene garantizado el disfrute en exclusiva de las ondas de radio hasta 2030. Tras 2 dividendos digitales, la TDT ha sufrido un recorte del 43% del espectro que tenía asignado, lo que ha permitido destinar las frecuencias desalojadas para las redes de telefonía móvil 4G en 800MHz y 5G en 700MHz. El sector teme que las redes móviles se queden con el espectro que les queda, razón por la que están haciendo campañas de presión como #saveourspectrum para que la ley les garantice su existencia más allá de 2030. Lo que se decida en la Conferencia Mundial de Telecomunicaciones WRC-232 de la ONU que se celebra a finales de 2023 determinará el futuro de la TDT.
Los contenidos audiovisuales han evolucionado hacia formatos cada vez con mayor calidad. Los contenidos en ultra alta definición 4K son habituales en las grandes plataformas de streaming online como Netflix o YouTube. Mientras tanto, las emisiones de televisión digital, aunque ya son capaces de ofrecer UHD como estamos viendo con las retransmisiones de TVE con el Mundial de Qatar, lo hacen de forma experimental sin ningún plan serio de emitir de forma regular en el horizonte. De hacerlo, la TDT tendrá que reducir a más de la mitad la oferta de canales actual, dado que el espectro disponible no es capaz de alojar más de 2 canales UHD por múltiple.
El futuro de la TV pasa por soluciones híbridas como DVB-I que el grupo Mediaset ya está probando, con las que el receptor de televisor puede mezclar canales TDT y por internet de forma transparente sin que el usuario perciba la diferencia al hacer zapping. Futuros planes de televisión terrestre podrían obligar a que los receptores que llegan al mercado lo soporten de forma que llegado el momento, el apagón de la TDT suponga una transición fluida hacia el streaming.