La desregulación del mercado de telefonía fija propuesta por la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) ha provocado una reacción inmediata y unánime de las operadoras que compiten con Telefónica. La patronal que las agrupa, ASTEL, ha sido la encargada de hacer público el descontento. Y es que con el pretexto de salvar "la sociedad de la comunicación" la CMT argumenta la necesidad de Telefónica de hacer lo que considere necesario en cuánto a sus servicios se refiere, cosa que la compañía a pedido ya tanto en Madrid como en Bruselas. ASTEL argumenta que es "la vuelta al monopolio" y perjudicaría a las compañías que han invertido en nuestro país y elevaría "la brecha digital de nuestro país existentes entre las distintas zonas geográficas".
La mayor polémica se centra en que esta nueva propuesta de la CMT permitiría a Telefónica y a sus competidoras dar precios y ofertas distintas según las zonas del territorio y adaptar sus tarifas y propuestas a cada perfil de cliente. A ello se añade, según ASTEL, la próxima aprobación por parte de la CMT de servicios de ADSL2+ de Telefónica que le dejarán ofrecer precios y productos distintos en las ciudades y zonas rurales.ASTEL considera que esta nueva propuesta, de salir adelante, impediría el desarrollo de redesy servicios a escala nacional y "afixiaría la competencía en las zonas urbanas e imposibilitaría su desarrollo en zonas rurales".
Por otra parte , La CMT decretaría la total libertad de precios de los servicios de Telefónica, a lo que no se opone ASTEL pero debería existir según ellos un control exhaustivo de los precios y tarifas de Telefónica.
Evidentemente esto beneficia a los usuarios que viven en los grandes núcleos de población y tengan acceso solo a Télefonica como ISP, pudiendo acceder por fin al ADS2L+ de manera generalizada , pero, en mi opinión, trataría a la población rural como "segunda clase", cosa de que de ningún modo es justa por parte de nadie, ni por Telefónica, ni por cualquier otro.
La polémica está servida señores...