El regulador británico de las telecomunicaciones, Ofcom, ha creado una especie de código de conducta para los ISP's que presten servicio en Reino Unido.
32 proveedores de internet, los cuales dan servicio al 90% de las líneas de banda ancha del país ya se ha comprometido a cumplir la "letra y el espíritu" del código.
Para Ofcom, esto es una medida necesaria a la vista de la insatisfacción del consumidor de productos de telecomunicaciones. Les preocupa especialmente que la velocidad que se publicita siempre sea superior a la real que recibe el abonado.
Estas son algunas de las exigencias del código:
- Proveer al cliente en el momento de la contratación información precisa de la velocidad que alcanzará su línea.
- Ofrecer al cliente la posibilidad de contratar una modalidad inferior más económica si no puede disfrutar de la velocidad prometida.
- Formar correctamente a los comerciales para que proporciones una información técnica correcta.
- Informar de forma clara sobre los límites y los recargos si estos se superan.
De momento el regulador pide que se adhieran los ISP's de forma voluntaria e implanten estas medidas en un periodo máximo de seis meses, pero si no funciona la idea, no se descarta hacerlo de obligado cumplimiento mediante la regulación.
