El pasado sábado leí en el suplemento Focus de el diario El Correo un artículo sobre la amenaza de Internet a la TDT como principal proveedor de contenidos televisivos.
Tiempo llevan vendiéndonos las bondades de la televisión digital, el paso de ser un mero espectador a ser un usuario interactivo. Las cadenas y las productoras han visto el filón que supone rentabilizar el uso hasta ahora pasivo de la TV, convirtiendo al mero espectador en consumidor activo previo pago de lo que desea obtener y visualizar en la "caja tonta" que se ha vuelto "inteligente" con los nuevos tiempos que corren. La gallina de los huevos de oro en forma binaria y audiovisual.
Pero de nuevo Internet le está jamando la tostada. El ya rotundo éxito del intercambio de archivos (P2P) y la posibilidad hoy día de emitir en tiempo real (streaming), van dando forma a lo que conocemos como IPTV o Televisión IP, donde mediante un software se gestionan los canales y se envía la información en pequeños archivos mediante paquetes que llevan al usuario imagen y sonido hasta su ordenador eso sí, sacrificando en parte la calidad audiovisual en pro de la fluidez del contenido.
Y es aquí donde se pone en entredicho la necesidad de una televisión digital que supone un desembolso al usuario cuando éste puede disfrutar de sus contenidos a traves de la gratuidad de Internet. Portales web que ofrecen una suculenta parrilla de contenidos como series, documentales, deportes, etc. que unido al creciente incremento del ancho de banda contratado por los usuarios deja abierta una puerta alternativa en el futuro. De hecho, según comentarios de diversos analistas en la última feria tecnológica IFA, a la TV tradicional es probable que le queden tan solo unos cuatro o cinco años de vida.
El título del artículo es la pregunta a formularnos. ¿Qué nos depara el futuro audiovisual? ¿Con qué nos quedaremos, con el huevo o con la gallina?
Fuente de la noticia: Diario El Correo (Suplemento FOCUS)
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