Google está considerando llevar a Europa su proyecto de crear una red de fibra óptica, ya operativa en fase de pruebas en Estados Unidos. De concretarse, significaría un importante empujón a la velocidad de Internet en el viejo continente, y un socio clave para proyectos locales.
El gigante de Internet lleva ya meses trabajando en convertirse en un operador más de Internet en Estados Unidos, apostando por las redes de fibra hasta el hogar (FTTH).
A día de hoy, el despliegue se limita a Kansas City con el objetivo de ofrecer líneas simétricas de 1 Gbps, aunque los primeros experimentos antes de ponerla en marcha oficialmente se quedaban cerca de los 150 Mbps en bajada, y 92 de subida. Más de un millar de ciudades también han mostrado su interés.
El Vicepresidente de Google, David Drummond, ha asegurado que están analizando con profundidad la posibilidad de dar el salto a Europa, y adelantarse a los grandes operadores que todavía no se deciden para instalar una infraestructura de nueva generación a gran escala, a pesar de que el programa de la Agenda Digital de la Unión Europea pretende asegurar 30 Mbps a todos los ciudadanos europeos en 2020.
Si finalmente la red FTTH de Google cruza el charco y se centra en ir instalando ciudades concretas como hasta ahora, puede convertirse en uno de los principales aliados para que los municipios instalen sus propias fibras para luego ser explotadas por un tercero, como ocurre en Viladecans o Riba-roja d'Ebre.