Google sigue apostando por ampliar el caudal de datos que une sus centros de datos por todo el globo a medida que se independiza de otras compañías para contar con su propia infraestructura troncal que le permita llegar a todo el mundo. La nueva apuesta se llama Grace Hopper y está destinado a unir nuestro país y Reino Unido con la nube de Google en los EEUU.
Grace Hopper es la primera inversión de Google en una ruta propia para conectar nuestro país a su red. Responde al anuncio que la compañía hizo hace unas semanas de crear una nueva región Google Cloud en Madrid en colaboración con Telefónica, proyecto que requerirá conectividad de la máxima calidad con el corazón de su red y que proporcionará el nuevo cable.
2 años de trabajos de despliegue
El lecho del océano atlántico acogerá el nuevo tendido que Google ha encargado a la empresa SubCom que desarrollará los trabajos hasta 2022. En su interior el cable acogerá 32 fibras y contará con la "novedosa conmutación de fibra óptica", una tecnología desarrollada por la compañía que permite "mover mejor el tráfico en caso de que se produzcan cortes".
Grace Hopper conectará con Reino Unido y España, desde donde podrá enlazar a través del nuevo centro en Madrid con Equiano, otro de los cables de Google que sale de Portugal y recorre la costa oeste de África.