El Gobierno prepara un nuevo número corto gratuito 024 para atender tentativas de suicidio

Lo que tienen que hacer es destinar más dinero para la salud mental, no es normal que para la violencia de género en 2020 se destinará 400 MILLONES y para la salud mental 2 MILLONES

Me parece bien, pero insuficiente. Esperemos que esto sea solo el principio.

Quizás ayudaría poner menos trabas a los jóvenes porque cada vez reciben más impuestos mientras a su vez el coste de la vida no para de subir y ya no hablemos del de la vivienda. En este país los jóvenes lo tienen muy pero que muy complicado y cada vez más. ¿Hay que ayudar en la salud mental? sí, pero también hay que ayudar a que tengan un futuro posible, que eso también ayuda y mucho a la propia salud mental.

El suicidio es ya la principal causa de muerte enre los jóvenes de España. ¿Le importa alguien?

El número de fallecidos por suicidio en España triplica a los muertos en accidentes de tráfico. Mientras que con estos últimos tenemos todos los días y a todas horas campañas de prevención y advertencia, de los otros muertos nadie habla. No existen.

Que España sea un país con el 40% de sus menores de 30 años en paro, sin esperanza ni futuro de nada, tampoco parece importarle a nadie.

Que los servicios de salud mental estén saturados, especialmente por jóvenes y especialmente después de las salvajes (e inoperantes) medidas ilegales e inconstitucionales de restricción de la libertad que hemos vivido (y vivimos) desde marzo de 2020 tampoco parece importarle a nadie, porque en la TELE, esa cosa que ve la gente, no hablan de esto.

Que los expertos estén poniendo la voz de alarma por el brutal aumento de adicciones entre los jóvenes, esos que han sido privados de sus derechos fundamentales (de forma ilegal e inconstitucioal) y que son perseguidos casi como terroristas por reunirse para hacer botellón o para estar con otros jóvenes, acusándoles de ser los culpables del fin del mundo, y que esos mismos jóvenes, privados de su libertad, hayan caído en masa en adicciones como drogas (cocaína, anfetaminas) o en juegos de apuestas, tampoco importa a nadie.

Es que lo importante es seguir con el discruso pandémico. Hay que seguir en esta no-vida y contando todos y cada uno de los días los contagios en Cuenca. Que es lo más importante. Hay que seguir estirando el chicle, también en 2022, claro.

Si alguien quiere, que se lea lo que el otro día decía un catedrático de parasitología de la Universidad de Valencia sobre cómo las métricas actuales para medir la evolución de la pandemia ya no son adecuadas, ni sirven, y que cada vez están más sesgadas. Cada vez más experteos y científicos lo dicen, pero claro, no está en su mano cambiarlo, sino en la de los políticos, y a estos NO les interesa. Porque con el discurso y el mantra de la 'Incidencia Acumulada', es muy fácil y cómodo manejar al rebaño, al ganado, y encerrarlo cuando más les apetezca. Y leed también lo que decía de que hay que dejar de hinchar el número de fallecidos, poniendo a fallecidos por cualquier otra cosa, pero con Covid, como fallecidos POR Covid.

El que quiera, que lo lea. Que hay ejemplos alucinantes de lo que hacen, como en Castilla y León que, por protocolo, si alguien se contagia de Covid yen los siguientes tres meses pasada la enfermedad se muere de lo que sea (se cae por un acantilado, por ejemplo), automáticamente esa muerte es computada como muerte POR Covid y pasa a engrosar la lista de fallecidos con la que nos machacan todos y cada uno de los días.

Nos hemos vacunado en masa, nuestra primera línea de defensa, y esta muy cerca la aprobación el primer antiviral, la primera pastilla (farmacéutica Merck) que ayudará a que la gente contagiada y con síntomas se cure en su casa tomándose esas pastillas sin que necesite ningún tipo de atención hospitalaria.

Pero, como digo, todo esto no importa. El ganado sigue poniendo Telecinco, donde, como no, encontrará su ración diaria de apocalípsis, mientras rastrean en busca de botellones de chavales, cual si fueran miembros del Estado Islámico, para echarles la culpa de todo, hasta de la erupción del volcán de La Palma si es necesario.

Nada más. He dicho todo lo que tenía que decir.