El nuevo CNAF habilita frecuencias para una versión del wifi que no necesita punto de acceso, con el que los vehículos pueden intercambiar información de seguridad entre sí. El Volkswagen Golf 8 es el primero en sacarle partido.
Como muchos otros ámbitos de la sociedad, las carreteras también van a sufrir una profunda transformación en la próxima década, a medida que los vehículos se digitalizan, se conectan a la red y se equipan con la tecnología necesaria para intercambiar información directamente con otros dispositivos de su entorno, como otros vehículos conectados, infraestructuras de las carretera y la nube central que prepara la Dirección General de Tráfico.
¿Cómo intercambiarán los datos inalámbricamente los vehículos? El nuevo Cuadro Nacional de Frecuencias que se espera sea aprobado en breve1, reserva un pequeño fragmento de espectro para esta función. Se trata de 6 canales de 10 MHz de ancho situados en la banda de 5 GHz, justo a continuación de las frecuencias utilizadas por el wifi y los accesos wireless. Los 4 primeros canales son de uso preferente para las carreteras, tanto para señales de tráfico y otras infraestructuras, como para los coches y resto de vehículos conectados. En los últimos 2 canales la preferencia de uso es para el metro y el tranvía.
Esta banda se regulará en la UN-144 denominada Sistemas de transporte inteligentes (STI), dentro del nuevo CNAF, armonizando así su uso con el resto de la UE.
ITS-G5, el wifi con el que se comunican los coches
IEEE, el mismo organismo detrás del estándar utilizado por las redes wifi, creó 802.11p, también conocido como WLANp y DSRC (Dedicated Short-Range Communications), una adaptación de la tecnología wifi que elimina la necesidad de tener un punto de acceso que centralice la red inalámbrica. Sobre 802.11p se creó ITS-G53, el primer estándar europeo para vehículos conectados que utiliza los canales de esta banda.
Con ITS-G5 los vehículos y la infraestructura de la carretera intercambian datos de forma segura a entre 6 y 12 Mbps, una velocidad que aunque puede parecer pobre, es suficiente para los datos de tráfico.
Cada vehículo envía 10 veces por segundo de forma anónima su ubicación, velocidad y dirección. El resto de vehículos en un radio de hasta 1 km pueden utilizar esta información para analizar posibles situaciones de riesgo, como un giro en condiciones de baja visibilidad o una frenada de emergencia.
Golf 8, primer coche en Europa equipado con ITS-G5
Aunque el uso de esta tecnología puede sonar distante en el futuro, lo cierto es que ya tiene madurez comercial. El Golf 8 es el primer vehículo en el mercado europeo que viene equipado de serie con CarX2, el nombre con el que Volkswagen llama a su implementación de ITS-G5, que también traen el ID.3 e ID.4. Como puedes ver en el siguiente vídeo, los conductores de estos vehículos ya pueden saber cuando algunos metros más adelante hay un vehículo similar averiado o ver en su panel de instrumentos que el coche de delante está frenando, incluso cuando otros obstáculos le impiden verlo.