26 empresas e instituciones gallegas, incluyendo operadoras de telecomunicaciones, respaldan la recuperación del punto neutro de intercambio de tráfico de internet Galnix, que se pondrá en marcha a partir de 2025 para reducir la latencia en la región.
Historia de Galnix
Galnix abrió sus puertas por primera vez en el año 2003, gracias a sus cinco promotores. Dos de ellos eran empresas de telecomunicaciones de ámbito regional: Comunitel, posteriormente adquirida por Vodafone, y la cablera gallega R. Se sumaron otras dos operadoras nacionales: Jazztel y Retevisión, cuyo negocio fijo también acabó con el tiempo a manos de Vodafone. El quinto componente fue el centro de supercomputación de Galicia Cesga, que cedió sus instalaciones para albergar los equipos.
Tener un punto para interconectar las redes de una región evita que el tráfico tenga que viajar hasta otros puntos centralizados en Madrid, como Espanix, de forma que las empresas se evitan el alquiler de circuitos de larga distancia y los usuarios de las redes la latencia introducida por el tiempo que tarda en la luz en recorrer un camino de ida y vuelta innecesario.
A excepción del punto neutro catalán, Catnix, los puntos regionales no han sobrevivido al empuje centralizador de Madrid. Así, tanto Galnix como Euskonix cayeron en desuso y acabaron cerrando sus puertas.
Galnix lo vuelve a intentar
Del proyecto original esta vez sólo queda el nombre, puesto que detrás del nuevo Galnix1 están las empresas gallegas cloud.gal, Norvoz Telecom y Rede Aberta. Esta última gestiona una red neutra de fibra hasta el hogar en la región subvencionada en parte con fondos procedentes del programa Unico, que aspira a alcanzar el medio millón de hogares cubiertos en más de 100 municipios.
El proyecto cuenta con el respaldo de 26 empresas e instituciones gallegas, incluyendo 13 operadores de telecomunicaciones, que esperan así reducir la dependencia de otros centros ubicados en Madrid o Barcelona y reducir hasta un 75% la distancia que deben recorrer sus datos para interconectarse, mejorando la latencia a destinos dentro del ecosistema gallego de internet Galicia y reduciendo la huella de carbono.
El centro estará activo a principios de 2025, tras una inversión de 2,1 millones de euros subvencionados por el Igape (Instituto Galego de Promoción Económica).