
Ford quiere que los coches sean un elemento activo de una red de comunicaciones inalámbrica propia, pudiendo comunicarse entre ellos para que sean conscientes de lo que ocurre en su entorno. La intención es compartir información sobre el tráfico y evitar accidentes.
Aunque cada vez los automóviles son más inteligentes y tienen más funciones, la comunicación con el medio no es precisamente su punto fuerte. Como mucho, se limitan a una antena de radio, GPS o acceso a Internet básico.
Ford, una de las grandes compañías del sector, quiere transformar la forma con la que los coches se comunican con el exterior, dotándoles de la tecnología necesaria para que puedan compartir información entre ellos. En definitiva, tomar un rol más activo.
La idea principal es establecer una red inalámbrica mallada entre los coches, que sirva para hacer la vida más fácil y segura a los conductores.
Wi-Fi para que los coches tomen consciencia de su entorno
El desarrollo gira entorno a Wi-Fi, pero utilizando redes ad-hoc de alta potencia y fuertemente cifradas. De este modo, los vehículos se conectan automáticamente entre sí utilizando enlaces punto a punto en un radio de unos 640 metros aproximadamente (media milla). Conforme el coche vaya desplazándose, se irá conectando con otros y perdiendo el enlace con los anteriores. Por tanto, el concepto de punto de acceso Wi-Fi como un router doméstico aquí no tendría cabida.
Una vez la comunicación se establezca, los coches intercambian entre sí información de gran importancia para los demás. Estos flujos de información pueden ser sobre el estado del tráfico, o advertir sobre situaciones de emergencia peligrosas, como que el coche de delante ha dado un frenazo.
Con ello, además de poder evitar atascos en las grandes ciudades con el consiguiente ahorro de tiempo, podría ayudar a evitar accidentes, ya que las alertas podrían disparar acciones automáticas en los coches con un tiempo de reacción mucho menor al de un humano o, al menos, avisando al conductor con más antelación.
Otro punto interesante es que no sólo está orientado a vehículos, sino que en la red habría cabida para carreteras con peaje, garajes y demás, que podrían unirse para informar al conductor sobre precios, habilitar el pago automático o guiar al coche hasta el hueco de aparcamiento reservado a la entrada del parking.
Incluso, se podría usar esta red mallada para descongestionar las redes móviles 3G y hacer circular el tráfico de Internet a través de los coches.
Si se llega a implantar de forma masiva, podríamos llegar a tener en un futuro una flota que tuviese plena consciencia de sus alrededores, ya que al establecer comunicaciones individuales con todos y cada uno de los coches en un área relativamente grande y conocer sus estados, nuestro coche actuaría recomendándonos una ruta alternativa o accionando algún elemento de seguridad.
En cualquier caso, Ford admite que el escenario en el que todos los coches fuesen compatibles está lejos y es poco viable ahora mismo, aunque dicen que con que el 10% de los vehículos instalaran esta tecnología sería suficiente para avisar sobre el estado del tráfico en tiempo real, mientras que para evitar situaciones peligrosas se requeriría el 33%.
El futuro dirá.
Foto: Portalcoches