Telefónica se liberará de la supervisión de la CNMC a la hora de lanzar ofertas de fibra sin tener que dividir el país por zonas y dejará de estar obligada a ofrecer la fibra mayorista NEBA, previsiblemente a partir de 2025.
Obligación de compartir red y supervisión de sus tarifas
La fibra de Telefónica lleva desde los inicios de su despliegue fuertemente regulada por la CNMC. La operadora partía con ventaja al desplegar FTTH antes que nadie aprovechando las infraestructuras heredadas de la antigua red cobre, así que para garantizar que el resto de operadoras pudiesen ofrecer sus servicios en las mismas zonas que Movistar, se le obligó a ceder su red mediante la famosa fibra indirecta NEBA. Con NEBA, el resto de operadoras sin red propia, podían alquilar la red de Telefónica a nivel mayorista para utilizar el cable propiedad de Telefónica que llega hasta las viviendas de los clientes.
Sobre Telefónica pesan otras restricciones, como que sus ofertas tienen que pasar el conocido como test de replicabilidad, con el que la CNMC da el visto bueno a cada una de las propuestas comerciales de las marcas Movistar y O2 tras comprobar que un competidor puede ofrecer los mismos precios con NEBA, asegurándose así de que no hay estrechamiento de márgenes. Este proceso lleva tiempo, lo que resta agilidad comercial a Telefónica y la sitúa siempre un paso por detrás a la hora de lanzar nuevas ofertas.
Desregulando la fibra desde 2016
En los últimos años estas medidas se han ido relajando, con la creación en 2016 de la zona competitiva o no regulada, formada inicialmente por 66 municipios donde había suficientes despliegues de fibra alternativos. En 2021 esta zona se amplió a 696 municipios, por lo que en la actualidad Telefónica sólo tiene obligación de ceder su fibra a terceros en un 25% de su red.
La fibra indirecta regulada ha ido perdiendo importancia además gracias a que Telefónica ha pasado a compartirla de forma voluntaria en vez de obligada por el regulador, a través de los acuerdos mayoristas con grandes operadoras como Orange, Vodafone o Digi (y a más pequeñas a través de BlueVía), a la vez que esto le ha permitido empezar a valerse ella misma de las redes de terceros, como ocurre en el proyecto Guadiana, necesario debido al apagado del cobre en zonas donde no cuenta con fibra.
Fin de las obligaciones en 2025
El diario Expansión adelanta1 los planes de la CNMC para desregular por completo la fibra de Telefónica. La fusión de MásOrange lo ha cambiado todo, al pasar Telefónica a un segundo lugar en número de clientes, por lo que difícilmente se le puede seguir llamando "operadora dominante".
Tras el verano se iniciará un consulta pública para recabar la posición de todas las operadoras afectadas con idea de tener una nueva normativa lista para el inicio del 2025. Esta liberaría por completo a Telefónica de la supervisión de su actividad comercial y de la obligación de compartir su red con terceros. Con ello desaparecería la división del país y la segmentación de precios que hemos tenido durante los últimos 8 años en la zona libre y la zona regulada.