Desde la aparición de MásOrange, integrando bajo su paraguas a los abonados de las marcas de Orange y MásMóvil, Telefónica ha dejado de ser el primer operador por número de clientes, un puesto que había ostentado desde el inicio de la liberalización de las telecomunicaciones en España. La nueva situación permite reducir la presión regulatoria a la que como antiguo monopolio ha estado sometida durante todo este tiempo, otorgándole más libertad para competir en el mercado como uno más, algo especialmente necesario en este momento dada la situación actual la deriva constante hacia el low cost.
En los últimos años la CNMC ha ido preparando el terreno, relajando la regulación que pesa sobre la operadora, como la que le obliga dar acceso a su red a otros rivales para que puedan estar presentes en zonas donde no hay redes alternativas a la de Movistar.
- En el año 2016 la CNMC creó la zona competitiva, compuesta por 66 ciudades donde había suficiente competencia, eximiendo a Telefónica de la obligación de comercializar la fibra indirecta NEBA.
- En 2021 esta zona se amplío a 696 municipios. Desde entonces Telefónica sólo está obligada a compartir fibra en el 24% de los hogares cubiertos por su red, donde vive el 30% de la población.
Eso no ha impedido que otras operadoras usen su red en el resto del país, gracias a los cada vez más populares acuerdos privados de compartición, que permiten a otros rivales como MásOrange, Vodafone y Digi emplear su red a precios fijados libremente. En los últimos años además se ha dado paso a la creación de fibercos, compañias en las que mantiene una participación mayoritaria, que aglutinan un fragmento de la red para compartir su propiedad, como BlueVía y más recientemente la acordada con Vodafone.
Para los clientes la existencia de dos zonas ha sido un inconveniente, puesto que fuera de la zona competitiva, principalmente en pueblos donde Movistar era la única opción, han tenido que conformarse con tarifas más caras con menos prestaciones y promociones de menor duración.
A principios de año supimos que la CNMC tenía intención de eliminar la división del país en zonas. Ahora el regulador de las telecos confirma los planes en su nueva revisión del mercado de la banda ancha mayorista, donde contempla la desaparición total de la fibra NEBA tanto a nivel local como provincial tras constatar el aumento de competencia y la presencia de redes con velocidades equivalentes a la fibra como FWA 5G y el satélite con Starlink.
La CNMC ha abierto un proceso de consulta1 para recabar la opinión del sector, antes de la publicación de la resolución en el BOE. Una vez esto ocurra, los operadores tendrán un plazo de 6 meses para negociar condiciones con Telefónica si quieren seguir empleando su red, ya que pasado este periodo, Telefónica será libre de elegir cómo explotar su infraestructura.