Las conexiones de fibra y las tarifas de datos móviles que comercializan las operadoras en EEUU tendrán que mostrar una etiqueta oficial que recoge la velocidad, latencia y pérdida de paquetes habitual, además de cualquier límite o política de gestión de tráfico. En España estos datos están escondidos en la letra pequeña de los contratos.
No toda la fibra que anuncia la misma velocidad va igual
Los usuarios no informados que van a contratar su conexión de fibra o una tarifa ilimitada de datos pueden pensar que más o menos todas las conexiones que ofrecen los operadores son iguales. Al fin y al cabo, la fibra siempre suele ir bien y una conexión de 300 Mb siempre va a ir rápida.
Como dice el refrán, "el diablo se esconde en los detalles", o mejor dicho en la letra pequeña del contrato. Aunque la velocidad sea de 300 Mb, cada operadora garantiza una velocidad mínima que puede diferir mucho de la anunciada, además de ofrecer otras garantías, como el tiempo máximo de resolución de averías si hay una interrupción del servicio. Otros detalles, como si se comparte IP mediante CG-NAT o si se aplica alguna política de gestión de tráfico, como el reescalado del vídeo en las tarifas móviles, son críticos para saber qué podemos esperar de la conexión.
La ley obliga a las operadoras a incluir esta información en el contrato, pero la realidad es que la amplia mayoría de consumidores no los lee, así que la información resulta poco útil.
Nueva etiqueta Broadband Facts
El regulador de las telecomunicaciones de los EEUU ha anunciado que obligará a los proveedores de internet a mostrar una etiqueta que sintetiza las características fundamentales de una conexión para permitir valorarlas de forma rápida sin tener que bucear en el contrato. La propuesta publicada1 por FCC reconoce que la idea está inspirada en la etiqueta nutricional que los productos alimenticios están obligados a mostrar, donde se desglosa el valor calórico y el porcentaje de cada grupo de macronutrientes.
La idea de la FCC plantea dos tipos de etiquetas, para adaptarse a las peculiaridades de cada tipo de conexión. La primera está adaptada a las conexiones de banda ancha fija y la segunda a los datos móviles.
La primera sección de la etiqueta debe mostrar el coste mensual según la duración del contrato, límites de descarga, coste de excederlo, posibilidad de utilizar tu propio router, así como cualquier otro coste inicial o mensual requerido.
El segundo apartado se dedica al rendimiento esperado, con indicación de las velocidades de descarga y subida, latencia y pérdida de paquetes habituales. Además debe especificarse cualquier práctica de gestión de tráfico, como si se ralentiza el tráfico de vídeo o las descargas.
Las etiquetas Broadband Facts tendrán que mostrarse de forma destacada en el punto de venta si es una tienda física, o en la ficha del producto si es en la web.