Sin duda alguna, la confusión producida entre los internautas no es fruto del azar, sino de una deliberada intención de extender el miedo.
La ambigüedad de esta ley y la meditada abstracción e inexactitud de sus limites legales tan sólo pretenden extender el temor y la falta de claridad, todo lo contrario de lo que esperamos de las leyes, pues su propósito siempre debe ser aclarar y nunca confundir los límites legales a los que atenernos.