Se trata de establecer qué compensaciones deben pagarse entre ambas empresas por la ruptura del acuerdo, así como la liquidación final de los flujos monetarios derivados de la actividad que la firma que preside José Antonio Ardanza ha desarrollado en nombre de Orange en el País Vasco. Por cada 100 euros que recaudaba de sus clientes de telefonía móvil, el operador vasco se quedaba con 35, mientras que los 65 restantes iban a parar a Amena. El procedimiento -señalaron los mismos medios- no afectará a la disputa por el control de los 460.000 clientes que contrataron sus servicios con Euskaltel, pero que han utilizado durante estos ocho años del acuerdo la red de Amena-Orange.
La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) resolvió que los 460.000 clientes lo son, en principio, de Orange y que sólo permanecerán en el grupo vasco aquéllos que lo soliciten formalmente. Los que no hagan trámite alguno seguirán formalmente ligados a Orange. Sin embargo, la firma de capital francés no dispone de los datos de facturación de esos usuarios, ya que la gestión de cobro y domiciliación de recibos la desarrollaba hasta ahora en exclusiva su ex aliado.
Fuente: Consumer
Relacionado: Guerra Euskaltel - Orange, Euskaltel pide el amparo de la CMT en su pugna con Orange y Euskaltel abandona Amena/Orange.