El IEEE ha publicado una nueva revisión del estándar Wi-Fi que, si bien no adopta todavía la próxima tecnología de Gigabit por segundo, sí incorpora velocidades de 600 Mbps sobre 802.11n, una nueva banda de trabajo en los 3.650-3.700 MHz y otras mejoras adicionales.
Hace ya prácticamente cinco años, en 2007, que el grupo de trabajo 802.11 del IEEE publicó la última revisión general del estándar Wi-Fi, aunque mientras les ha dado tiempo a finalizar la especificación de 802.11n en 2009 y de estar preparando 802.11ac para redes inalámbricas que rindan por encima de 1 Gbps, todavía en fase de borrador.
El documento IEEE 802.11-2012 supone una mejora de la tecnología LAN inalámbrica más común del mundo, aunque sólo afecta a aquellos estándares que llegaron en su día a su versión final. Por lo tanto, no suma 802.11ac todavía.
En total se han adoptado diez enmiendas al estándar base, entre los cuáles podemos destacar la incorporación de una nueva especificación de capa física y de acceso al medio para soportar hasta 600 Mbps en 802.11n, o la posibilidad de funcionar en la banda de frecuencias que va desde los 3.650 a los 3.700 MHz. En cualquier caso, estas frecuencias no son libres, con lo que para establecer redes Wi-Fi en esta zonas del espectro habrá que tener licencia.
Más allá de estos aspectos, IEEE 802.11-2012 añade mejoras en infraestructuras malladas (mesh), cambio de punto de acceso más rápido, aplicación en automóviles, compatibilidad con redes externas, gestión, etcétera.