Askey fabrica la antena de pequeño tamaño que Telefónica ha elegido para llevar su red 5G SA a zonas concurridas donde necesite reforzar la cobertura.
El Laboratorio de Tecnología y Automatización ubicado en el Distrito Telefónica ha dado por bueno1 el diseño de una microcelda basada en estándares abiertos Open RAN con la que la operadora se prepara para el protagonismo que en el futuro tendrá este tipo de estaciones en los lugares donde sea necesario densificar la red.
La antena utiliza la plataforma Qualcomm FSM100 2, específica para microceldas. Gestiona su hardware el software de Node-H3 que la hace funcionar como nodo de la red 5G. Todo ello integrado por Askey, la compañía taiwanesa del mismo grupo que Asus con la que Telefónica tiene una especial relación, ya que es un de los fabricantes habituales de los productos diseñados por Telefónica, como el router HGU Smart WiFi.
En su interior contiene una completa estación base 5G SA, formada por los elementos lógicos habituales, unidad de radio RU y distribuida DU, comunicadas a través de interfaces abiertos basados en Open RAN, proyecto donde Telefónica está poniendo un importante esfuerzo para liberarse de sus suministradores tradicionales, ya que las previsiones son que a partir del próximo año, entre el 30 y el 50% del crecimiento de la red se base en este estándar abierto.
Externamente la antena tiene un tamaño de 25x25 cm, con un peso de 2 Kg y se alimenta a través del cable ethernet mediante PoE. Puede operar con los 100 MHz que Movistar dispone en la banda n78 de 3,5 GHz, ofreciendo velocidades de hasta 700 Mbps, ya que su MIMO es 2:2.
La celda puede ser conectada directamente a la red 5G pública de Telefónica para dar servicio a cualquier cliente, o utilizarse en los futuros despliegues de 5G privado que la operadora comercializará para empresas. Se utilizará en campus, fábricas, oficinas, hospitales o lugares con tráfico de gente.
La nueva LGT facilita enormemente a las operadoras la instalación de estos dispositivos en lugares concurridos de las ciudades, pues obliga a las administraciones públicas como los ayuntamientos, a ceder el uso de farolas, mobiliario e infraestructura pública para la colocación de micro celdas 5G. Todo ello sin necesidad de tramitar autorizaciones ni pagar tasas, lo que con toda seguridad masificará en el futuro este tipo de antenas en las calles.