La Comisión Europea ha anunciado esta mañana la creación de un índice comparativo con el que medir el rendimiento de la banda ancha en los países europeos.
Hasta ahora la CE le ha tomado el pulso a la banda ancha teniendo en cuenta solo el índice de penetración, es decir, el número de líneas de banda ancha por cada 100 habitantes. Con esta referencia, España se sitúa dos puestos por debajo de la media europea, con un 18% de penetración.
La CE cree que hay otros factores que deben tenerse en cuenta, como la cobertura en zonas rurales, la velocidad media, el precio, o el uso que se le da a las conexiones. Con esa intención se ha creado el índice BPI (Broadband Performance Index).
En su estreno, las cifras muestran que Francia y Reino Unido están a la altura de los países nórdicos, mientras que Polonia, Italia, Alemania y España necesitan hacer más para mejorar su banda ancha.
La presentación dedica unas lineas a nuestro país para criticar los altos precios de la banda ancha y la baja adopción de Internet por las empresas. Si nos fijamos en el gráfico, el aspecto que más hace descender la barra de España, es el precio.