Pocas líneas, escasa velocidad, poca cobertura territorial y precios muy elevados son las características por todos conocidas de la banda ancha en España, que ocupa el puesto 22 de entre 28 países de Europa, mientras que las operadoras han triplicado sus beneficios por ingresos en los 3 últimos años. Esa es la conclusión a la que llega el análisis efectuado por el periódico El Mundo (sección Tecnología), quien apunta además que sólo "hay 13,9 líneas de banda ancha por cada 100 habitantes, sólo por delante de Italia, Portugal e Irlanda (...) de acuerdo a los datos de 2006 de la CMT." Esa triplicación de los beneficios ha supuesto un total de 2.400 millones de euros recaudados por las operadoras (ISPs).
Como causa fundamental de este penoso retraso tecnológico que sufrimos en España, está el alto precio que alcanzan las conexiones de gran velocidad en nuestro país: "Mientras en Francia se puede disponer de un paquete combinado de ADSL a 24 megas de velocidad y telefonía por 26 euros, en España se pagaría 39 euros por navegar ocho veces menos rápido. Dentro de los 30 países más desarrollados -los que forman parte de la OCDE-, sólo México superaría a España en cuanto al precio de la línea, como muestra un estudio de esta organización." No digamos ya las velocidades que pueden alcanzarse en países como Japón, Taiwan, EE.UU., etc.
Profundizando en la poca expansión y desarrollo de la banda ancha en España, uno de los principales motivos del retraso existente, según Victor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas, proviene de que "mientras un usuario ha de pagar una tarifa mensual de 39 euros, a un operador le sale rentable alquilar la infraestructura ya existente en vez de invertir en nueva porque sólo le costaría poco más de 20 euros", con lo cual la operadora que revende el servicio obtiene un beneficio mensual de 19 euros sin invertir ni un céntimo en tecnología o tendido de nuevas líneas.
El estudio prosigue con los problemas derivados de las múltiples quejas por incumplimientos de contrato y de servicios que interponen los usuarios ante la Secretaría de Estado para las Telecomunicaciones. Finalmente, el análisis abunda en las desigualdades de la expansión y extensión de las redes de alta velocidad en España y de su grado de implantación: "En España, el 80% [de las conexiones ADSL] corresponden a zonas urbanas, y sólo entre Madrid y Barcelona suman el 40%. Además, el índice varía mucho de unas comunidades a otras. En primera línea se sitúan Madrid y Barcelona con más de 19 líneas por cada 100 habitantes. Las provincias más atrasadas son Orense y Cuenca, con 7,4 líneas."
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