EEUU liberará en los próximos años una cantidad ingente de frecuencias para la banda ancha móvil. El regulador de las telecomunicaciones presenta un plan estratégico para convertir el país en el líder mundial de internet móvil, "con la más rápida y extensa red inalámbrica del mundo".
La FCC responde al encargo que el congreso le hizo a principios del 2009, en el que pedían que diseñe un plan estratégico para el desarrollo de la banda ancha en los próximos 10 años. El documento definitivo se presentará hoy en el congreso, pero en la web del regulador ya está disponible el resumen ejecutivo con los puntos más destacados.
Cómo lo fue la electricidad hace un siglo, la banda ancha es el cimiento del crecimiento económico, la creación de empleo, la competitividad global y una mejor forma de vida.
Revolución inalámbrica
La estrategia diseñada por la FCC plantea liberar un total de 500 MHz de bandas que actualmente son empleadas para otros servicios, como radio y TV, para que puedan utilizarse con internet móvil. Los primeros 300 MHz estarán disponibles en los próximos cinco años. Para entender las dimensiones de este proyecto, la FCC recuerda que actualmente sólo cuenta con 50 MHz.
Las frecuencias se subastarán entre los operadores, pero en algunos casos la concesión tendrá obligaciones especiales. Por ejemplo, en uno de los bloques se exigirá que el operador licenciatarío ofrezca una modalidad de acceso básica "gratis o de bajo coste".
El regulador tampoco se ha olvidado de reservar frecuencias para el uso público. Así, menciona un par de veces la necesidad de reservar algunas bandas para que puedan ser utilizadas sin licencia. Adicionalmente, propone la creación de una red nacional de banda ancha móvil destinada a la seguridad pública. Permitirá intercambiar datos e imágenes a los servicios de emergencias, así como disponer de una red de notificación de alertas.
También se contemplan obligaciones para que los operadores existentes compartan infraestructuras a precios razonables y ayudas para facilitar el despliegue de fibra en carreteras, puentes e infraestructuras del estado. El objetivo es que 100 millones de hogares tengan acceso en los próximos diez años a entre 50 y 100 megas de velocidad y hasta 1 Gbps las comunidades, como escuelas, hospitales y administración.