Golden Eye International, una de las grandes distribuidoras de películas pornográficas, ha solicitado a Telefónica UK los datos personales de 9.000 clientes para enviar cartas de amenaza por descargar vía P2P y conseguir pagos que les eviten procesos judiciales. Los juzgados determinarán si se da luz verde a estas prácticas en Reino Unido, por otra parte habituales en Estados Unidos.
La compañía Golden Eye International, que posee los derechos de buen número de películas para adultos y que es una de las organizaciones más batalladoras contra el intercambio de ficheros en las redes P2P (mediante técnicas como el rastreo de IPs), ha protagonizado un nuevo capítulo de esta lucha en los últimos días.
La distribuidora de porno identificó a 9.000 direcciones IP que estaban compartiendo filmes de temática adulta en las redes BitTorrent, y ante la justicia ha solicitado que la división de Telefónica en Reino Unido, que comercializa servicios bajo la marca O2, les dé nombres de los clientes con esas IPs.
La intención de Golden Eye International es, tal y como indican en su web, meter presión directamente a los usuarios y amenazar con emprender acciones legales salvo el pago de una cantidad compensatoria, que se estimaba en unas 700 libras.
Incluso, en el borrador de la carta advertía de que podría solicitar al operador la reducción de la velocidad o cortar por completo la conexión a Internet del denunciado.
Por la parte de los usuarios se presentó la organización Consumer Focus que vela por los derechos de los consumidores, representada por Guy Tritton.
Tritton argumentó que las pruebas que Golden Eye dice poseer (las 9.000 direcciones IP) no son seguras, ya que una dirección IP no corresponde inequívocamente con un individuo.
Además, considera que la campaña es del tipo totalmente especulativa, con el objetivo de, como hemos dicho anteriormente, amenazar y conseguir el pago de estas 700 libras (cantidad que considera totalmente arbitraria, ya que no es posible determinar en exactitud los "daños" causados) en el 75% de los casos, lo que les representaría aproximadamente unos 4,75 millones.
Golden Eye tiene una semana para responder a los razonamientos de Consumer Focus, momento en el todo dependerá de la decisión que tome la justicia al respecto, y que puede sentar un precedente a partir del cuál las distribuidoras puedan solicitar de forma masiva datos personales en base a una dirección IP, o en caso contrario cerrar este tipo de actuaciones en el futuro.