Bruselas ha iniciado los trámites para que los ciudadanos de la Unión Europea puedan utilizar sus teléfonos móviles durante los viajes en avión. Con esta medida, la Unión Europea busca hacer nuevas implementaciones de servicios básicos para mejorar lo que denomina "calidad de vida" de los ciudadanos, a la vez que afianza el mercado común europeo, tanto en crecimiento como en servicios normalizados de telefonía móvil para todos los países del ámbito de la UE.
Para ello, está realizando una nueva normativa administrativa y técnica que permitirá acceder a los servicios básicos de telefonía móvil en pleno trayecto y sin necesidad de que el móvil conecte con las estaciones base situadas en tierra. Las estaciones base, (BTS en su denominación anglosajona, que es la utilizada para dar el nombre técnico), son las antenas que dan cobertura a nuestros móviles en nuestra vida cotidiana. Seguiremos sin poder utilizar el móvil durante el despegue y aterrizaje, pero sí podremos hacerlo en pleno vuelo, en un principio cuando el avión se eleve sobre una altura mínima de 3.000 metros, para evitar al máximo que el móvil se comunique directamente con una antena terrestre.
Una mini estación base en el interior del avión, conectada a su vez por satélite a las redes de telefonía terrestres, dará cobertura de red a los pasajeros de la misma en itinerancia (roaming), lo que quiere decir que la empresa que dé cobertura en el avión cobrará a nuestra empresa de telefonía por el uso de su red, y a su vez nos cobrará a nosotros de igual forma que lo hace cuando estamos en el extranjero.
De esta manera, se evitan dos importantes obstáculos que impedían la telefonía móvil en el avión: la dificultad de ofrecer telefonía cuando el móvil se desplaza a gran velocidad (problema que también existe para pasajeros de trenes de alta velocidad y que se soluciona con antenas propias de telefonía móvil para la red ferroviaria de alta velocidad), y por otro lado el riesgo de interferencia con otros equipos electrónicos propios del avión, algo que afecta a la propia seguridad del vuelo y que era el principal impedimento para utilizar telefonía móvil en el avión. Al estar la antena en el mismo interior del avión, la potencia emitida por el móvil será muy baja, estando además regulada su potencia máxima en la normativa técnica. Además de la estación base, la línea aérea deberá proveerse de otro dispositivo para instalar en su aeronave que impida la conexión de los móviles con las redes móviles terrestres.
En las especificaciones técnicas, se ha limitado el uso de los móviles a la red GSM en su banda de 1.800 MHz. La mayoría de los móviles utilizados en la actualidad, y la totalidad de los vendidos ahora mismo en España por las compañías, soportan perfectamente esta banda de comunicaciones, ya que Movistar, Vodafone y Orange utilizan esa banda. Yoigo de momento no tiene licencia para utilizar esa frecuencia (tampoco en la banda GSM de 900 MHz, solamente en UMTS), pero sus teléfonos sí soportan comunicaciones en esa banda, por lo que sus clientes técnicamente también podrían utilizar esos servicios, al margen de los acuerdos comerciales a los que lleguen. Solamente usuarios con teléfonos tan vetustos como el Alcatel One Touch Easy o el Nokia 5110 se verían impedidos de usar sus terminales en el avión, pero son móviles prácticamente en desuso y ninguna compañía de telefonía móvil española lo vende en la actualidad.