Para navegar por internet cada conexión de fibra o de datos móviles necesita tener asignada una dirección IP. Esta matrícula sirve para identificarse ante los destinos visitados y hace posible que envíen de vuelta la información solicitada.
Desde el año 2019 las direcciones IP están agotadas en el registro regional de internet que atiende a Europa. Para las operadoras más veteranas, como Movistar, MásOrange y Vodafone, esto no es un problema, puesto que aún disponen de millones de direcciones obtenidas décadas atrás, cuando la posibilidad de que un día se agoten aún era remota. Son las operadoras más jóvenes, como Digi, las que sufren la escasez de direcciones. Aunque tienen todas las direcciones de nueva generación IPv6 que quieran, y en el caso de Digi se hace un buen uso de ellas, las direcciones IPv4 antiguas siguen siendo necesarias para alcanzar muchos destinos que aún no se han modernizado. Esto ha propiciado la aparición de un mercado secundario especulativo donde el precio de cada IP está disparado.
La solución de Digi para combatir la escasez de IPv4 es usar CG-NAT, donde los clientes reciben una IP privada y es un router dentro de su red el que tiene asignadas las IP públicas, compartiendo cada una entre varios abonados, manteniendo un registro de quién usa cada IP y puerto en cada momento para entregar el tráfico a su correcto destinatario.
Puesto que CG-NAT genera problemas cuando el cliente alberga un servicio en su red que debe ser accesible desde el exterior, como una cámara, servidor VPN, de domótica, descargas P2P o simplemente para abrir los puertos de la videoconsola para conseguir el mejor tipo de NAT, Digi también ofrece el servicio Conexión Plus, con el que por 1€ adicional el cliente recibe una dirección IP pública para el solo, evitando estos problemas.
Digi Rumanía transfiere IPs a España
El número de clientes que pueden usar la misma IP es limitado, así que Digi se ve obligado a obtener nuevas direcciones IPv4 cada cierto tiempo, empujado por el fuerte crecimiento de clientes que acumula en los últimos años.
A principios de 2022 Digi España tenía en su poder unas 85.000 direcciones IPv4. Sin tener en cuenta a los clientes de móvil, eso supone que disponía de una IP por cada 6,76 clientes. A mediados de 2023 esta relación era ya de una IP por cada 8,33 clientes, a pesar de acumular en ese momento 149.000 direcciones, tras importar algunos bloques.
En la actualidad la situación vuelve a ser más cómoda, gracias a que el pasado día 4 de diciembre Digi Romania S.A. transfirió a Digi Spain Telecom S.L. 23 bloques de direcciones conteniendo un total de 327.380 IPv4. Los bloques más relevantes son el 79.112.0.0/15 y el 79.116.0.0/15, con un total de 262.144 direcciones que Digi ya ha empezado a usar.
Actualmente Digi anuncia 280.064 direcciones IP con las que sirve a sus 1,8 millones de clientes de fibra, por lo que mantiene una relación de una IP para cada 6,42 clientes.
Problemas con la geolocalización de IP
El efecto colateral de importar direcciones previamente utilizadas en otro país es que las bases de datos de geolocalización de IPs seguirán durante un tiempo indicando que el origen es Rumanía, cuando en el registro oficial de RIPE ya figuran registradas en España. Estas bases de datos son empleadas por muchos servicios en internet para estimar el origen de los usuarios que los visitan y en muchos casos determinar si pueden acceder a un contenido, lo que genera el desconcierto entre los abonados a los que se les indica que navegan con una IP extranjera y se les bloquea el acceso.