La batalla contra la famosa remuneración por copia privada que grava, entre otras muchas cosas, CDs y DVDs vírgenes, sigue dando que hablar. Leo en diferentes medios de comunicación (BarraPunto, SGAE, ElMundo.es) que todas las entidades de gestión de derechos de autor españolas (AIE, AISGE, CEDRO, DAMA, EGEDA, SGAE y VEGAP) han firmado una declaración conjunta en la que exponen (por supuesto, desde su inconfundible perspectiva) los motivos por los cuales el Congreso de los Diputados debe desoír la propuesta de ley realizada por el Partido Popular hace, más o menos, un mes, que, según comentan los diferentes medios de comunicación, fue tomada en consideración por el Senado gracias a un error de un diputado socialista a la hora de efectuar su voto.
De entre las "perlas" que nos cuenta tal declaración, creo que hay dos que habría que destacar:
- La polémica desatada en torno a la copia privada es un "problema" creado artificialmente por una campaña de intereses de empresas muy concretas, interesadas no en la supuesta defensa de ningún usuario, sino en obtener mayores márgenes comerciales.
- En ningún otro sector se discute la propiedad: ni en patentes tecnológicas, ni en las derivadas de I+D farmacéutico o alimentario, ni en diseño, ni en marca, ni siquiera en ningún tipo de intangibles.
El mundo de la cultura, en cambio, está siendo víctima de una campaña de infundios que alientan personajes cuya representatividad entre el colectivo de internautas nos resulta un perfecto misterio.
Nos quieren decir, en otras palabras, que los usuarios (que somos, al fin y al cabo quienes acabamos pagando todo esto) no tenemos iniciativas propias para combatir medidas que obligan a pagar a una sociedad privada un canon que no siempre les correspondería cobrar (véase el caso de la grabación de software o documentos personales, por citar sólo un par de ejemplos), y que ponemos en tela de juicio la propiedad intelectual de las diferentes obras artísticas que se publican.
Así pues, parece que tenemos que continuar defendiendo nuestra parte. ¿Lograremos algún día hacer que vean de dónde salen sus ingresos? Mientras tanto, habrá que seguir batallando, exactamente igual que ellos.
No hay que perderse la réplica punto por punto de Ignacio Escolar en su bitácora