Después de la polémica creada en torno a Telefónica y su famosa multa, Bruselas ha vuelto a dar un toque de atención a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. Ésta remitió a la UE la nueva regulación de las tarifas de terminación de Yoigo, esto es, lo que se cobran las compañías entre sí cuando alguien llama a un abonado suyo, explicando que el nuevo operador, para favorecer su entrada en el mercado, le fijaría "precios razonables basados en el promedio de los precios de terminación establecidos por operadores móviles similares a Yoigo en países comparables de la UE". En su escrito de observaciones, remitido el pasado 20 de julio, la Comisión Europea expresa sus dudas sobre ese método y le pide que, en adelante, le aclare qué países selecciona para la comparación.
Leo en El País una reflexión sumamente interesante y es que esto no dejaría de ser una anécdota teniendo en cuenta que la propia Bruselas reconoce que en casos excepcionales, y éste podría serlo, se puede dar una discriminación positiva temporalmente pero podría significar el primer aviso a navegantes para los operadores de ADSL y su precio mayorista. El que no se ha escondido...
