Después de muchos años de ajustes, la renovada Comisión Europea del luxemburgués Jean-Claude Juncker apostará por algo más que abrocharnos el cinturón. El plan de inversión ha recibido esta semana el visto bueno de la mayoría de grupos de la Eurocámara aunque su dotación es escasa dejando a los mercados el esfuerzo por multiplicarla. Italia es el primer país por fondos solicitados y España el tercero -unos 60- con una parte importante dedicada a reforzar la banda ancha en zonas rurales. En 2012 Bruselas ya intentó un plan similar que no funcionó y el Plan E de Zapatero no tuvo fortuna en nuestro país. Todavía queda normativa por aprobar para que los proyectos sean eficientes y terminar de dar forma al ambicioso plan que pretende dotar de confianza al viejo continente para estimular de verdad la economía.
¿Quién pone el dinero?
Seguros son 16.000 millones del presupuesto europeo y 5.000 millones del Banco Europeo de Inversiones. Con estas garantías el Banco emitirá bonos por valor de 60.000 millones, esto es, deuda para atraer inversión privada. También será la institución encargada de manejarlo. El resto provendrá de los estados miembros y del mercado de inversiones así hasta alcanzar un fondo con 315.000 millones de euros. Se trata, por tanto, de la semilla que espera la Unión Europea que germine. Demasiado al azar. Su nombre será "Fondo Europeo para la Inversión Estratégica" (EFSI en sus siglas en inglés)
La banda ancha con la nueva Comisión
Este nuevo mandato prioriza la conectividad a nivel europeo. Günther Oettinger, comisario de Economía Digital de origen alemán, puso de relieve hace unas semanas el compromiso de la Comisión por el acceso en zonas rurales donde hasta 4 de cada 5 hogares no disponen de cobertura de redes ultrarrápidas. Y el 'fondo Juncker' es prioritario para esto. Además, pretende incentivar la inversión en las zonas rurales intentando que las telecos obtengan el máximo beneficio de sus inversiones.