El apagado del cobre y la aparición de un nuevo primer operador de telecomunicaciones resultante de la fusión de Orange y MásMóvil, han abonado el terreno para que la CNMC deje de vigilar a Telefónica y libere el mercado de la banda ancha en todo el país, lo que supondrá la desaparición de la fibra NEBA en un momento histórico para el sector.
El antiguo monopolio deja de ser el primer operador
Como antiguo monopolio, Telefónica arrastra desde que se liberalizaron las telecomunicaciones en nuestro país en 1998, las obligaciones impuestas por la CNMC (antes CMT). La función del regulador es garantizar que los consumidores puedan acceder a suficientes alternativas a la hora de contratar servicios de telefonía, internet y televisión. Si hay alternativas, hay competencia y esto mantiene los precios controlados. Para ello la CNMC ha venido obligando a Telefónica a alquilar su red e infraestructuras a otras operadoras a precio regulado, a la vez que vigila las tarifas de sus ofertas minoristas , comprobando que no hay estrechamiento de márgenes y la competencia puede ofrecer productos similares.
El sector de las telecomunicaciones ha sufrido profundos cambios desde su liberalización. A lo largo del proceso de sustitución del cobre y el ADSL por la fibra hasta el hogar, Telefónica ha ido perdiendo cuota de mercado a favor de sus rivales. Pero el cambio más importante se producirá en los próximos meses con el nacimiento de la compañía resultante de la fusión de Orange y MásMóvil, que creará la primera operadora de fibra y móvil del país por número de clientes, destronando a Telefónica.
En los últimos años, la CNMC ha relajando las obligaciones de Telefónica. En 2016 se creó la conocida como zona liberada, 66 ciudades donde hay suficiente presencia de operadoras alternativas con redes propias y por tanto no tenía sentido obligar a Telefónica a compartir su red. Está zona se extendió en octubre de 2021 a un total de 696 municipios, lo que abarca ya al 76% de los hogares con cobertura de fibra de Movistar. Las obligaciones se mantienen desde entonces en el resto de la red.
Aunque Telefónica ya no tiene obligación de alquilar su red FTTH a terceros en la zona liberada, no ha despreciado la posibilidad de rentabilizar esta red a través de acuerdos privados con otras operadoras. Esto permite a Digi, Vodafone u Orange apoyarse en la red de Telefónica en aquellos lugares donde no ha llegado su propia fibra.
Liberalización del mercado de banda ancha
La CNMC prepara una nueva revisión del mercado de la banda ancha que ampliará de nuevo la zona liberada, según adelanta el diario Expansión1. La ampliación esta vez abarcará a la totalidad del territorio, lo que a efectos prácticos supone la desregulación de este mercado y el fin de las obligaciones que pesan sobre la actividad de Telefónica.
El fin de este mercado regulado será un momento histórico para el sector, que ya no podrá pedir la intervención del regulador cuando las negociaciones con otros operadores no lleguen a buen puerto. Tras la desaparición de oferta mayorista NEBA, Movistar podrá fijar libremente el precio de alquiler de su red exclusivamente a través de acuerdos privados para todo el territorio, a la vez que ganará agilidad comercial al no tener que someter sus nuevas ofertas minoristas al llamado test de replicabilidad de la CNMC, que retrasa su lanzamiento al mercado.
