
El conflicto que mantienen el OMV alicantino Finetwork y su proveedor de red Vodafone ha acabado trascendiendo en los últimos días a los medios, a pesar de llevar gestándose desde tiempo atrás.
El diario Expansión daba las primeras pistas hace unos días, al revelar que Vodafone había llevado la disputa a los tribunales para reclamar las facturas impagadas que Finetwork viene arrastrando. Hoy además se conocía que un juzgado de lo mercantil ha nombrado a una empresa especializada en reestructurar sociedades insolventes para garantizar su viabilidad y hacer frente a sus deudas.
Además de en los tribunales, Vodafone abrió otro frente en el regulador de las telecomunicaciones. El pasado 4 de abril solicitó a la CNMC permiso para suspender temporalmente la prestación de los servicios mayoristas a Finetwork hasta que pague las cantidades pendientes por este servicio. También comunicaba su decisión de dejar de atender altas de nuevos clientes procedentes del OMV. El expediente menciona que Finetwork no ha abonado 4 facturas correspondientes a enero, febrero, marzo y abril de 2025.
Según Finetwork, el contrato con Vodafone que fue renovado el pasado 23 mayo para tener acceso durante los próximos 10 años a la red FTTH/HFC y la cobertura móvil de Vodafone, garantiza que sus clientes reciban un servicio equivalente al que reciben los de Vodafone, pero esta condición no se cumple, por lo que considera que la cantidad facturadas por Vodafone "es indebida y excesiva por no corresponderse con lo pactado".
Finetwork afirma que está en disputa entre ambas compañías el cumplimiento por Vodafone de una obligación establecida en el referido contrato ya que “el servicio prestado a sus clientes finales por Vodafone no es en absoluto “equivalente” al de los clientes Vodafone, sino discriminatorio y peor. Esta deficiente prestación de los servicios minoristas por parte de Vodafone a los clientes de Finetwork está ocasionando a Finetwork importantes perjuicios y costes innecesarios”
La CNMC estima que los impagos están generando en Vodafone un perjuicio económico continuado en el tiempo, por lo que acuerda medidas urgentes. El regulador da 10 días a Finetwork para que pague al menos la factura de abril1 y que atienda al pago de las posteriores mientras se resuelve el expediente, en el que se tendrá que decidir si Vodafone puede desconectar el servicio.