He redactado esta carta abierta para el Director General de Marketing y Ventas de Movistar Amena y Vodafone, expresándole mi opinión por lo que considero una loca carrera de móviles que ya no son móviles sino otra cosa que yo, la verdad, no sé para qué demonios sirve, excepto para hurtar el dinero a los clientes por servicios que no necesitan.
Espero que alguien se sienta identificado con mi cabreo.
Saludos.
Sr. Antonio Hernández y otros
Director General de Marketing y Ventas de Movistar, Director General de Marketing y Ventas de Vodafone, Director General de Marketing y Ventas de Amena.cc: Nokia Head Office
Keilalahdentie 2-4
P.O. Box 226
FIN-00045 Nokia Group
FinlandEstimado Sr. Hernández,
En respuesta a su amable carta de Noviembre 2003, en la que me insta a adquirir, gracias a los puntos, nuevos móviles que parecen ser la panacea de mi vida en términos de entretenimiento y comunicación, quisiera comunicarle los siguientes puntos:
1- Uso mi móvil para hablar por teléfono. Si quiero una consola de juegos, una cámara de fotos de vídeo o un sintetizador polifónico me lo compro por separado. De la misma forma que uso una silla para sentarme, no como equipo de música ni como cámara.
2- Comprendo que sus enormes inversiones en UMTS y GPRS les insten a crear necesidades en los consumidores, pero esto empieza a ser ridículo. Los únicos culpables de sus inversiones, erradas o no, son ustedes. Yo sólo quiero un móvil, un modelo que me permita llamar, manejar una agenda, si acaso mandar SMS, y poco más. En este sentido, la serie Nokia 3360 era la mejor en términos de tamaño, usabilidad, ergonomía y funcionalidad.
3- Pero ustedes descatalogan modelos como quien tira maquinillas de afeitar de un sólo uso. No quiero ponerme a discutir con usted su política para obtener mayores rendimientos de un mercado cautivo como es el del móvil, al que su empresa parece arrojarse de cabeza sin pensar en consecuencia alguna, con el deseo del beneficio inmediato como único objetivo, al parecer. Les pido que tengan un poco de sentido común.
4- Soy de los antiguos, cliente de ustedes con contrato desde 1996, cuando esto de los móviles era para cuatro, y muy caro -en esto último debo reconocer que ustedes no han cambiado demasiado-. Sé lo que necesito en un móvil, y pido respeto, que no se me trate como a un adolescente descerebrado. Que no se me vendan aparatos insuficientemente probados, con sistemas operativos repletos de bugs, como la gran panacea para mi vida futura y mi entretenimiento personal.
5- Acumulo puntos, claro que los acumulo, pero ustedes no me dan ni un sólo modelo decente para canjear. No quiero sus tonterías para mandar fotos inútiles a personas ociosas. Trabajo, mi tiempo es oro, señores. No me da la gana aprender un nuevo interfaz de usuario de un nuevo trasto estúpido porque a ustedes se les cante que quieren sacarme más dinero.
6- Así que, señor Hernández, le sugiero un pelo más de sentido común, un poquito más de respeto por sus clientes, y un poco menos de marketing en busca de unidades de consumo, que creo que es como ustedes nos llaman. Lo que pido es sencillo. Que modelos como la serie 33XX (3330, 3310) de Nokia, para mi el móvil perfecto, no se descataloguen, que se permita el acceso a modelos que sirven para lo que los quiero: para llamar, caramba.
7- Sé que toda esta locura de la que ustedes son cómplices también llega a los fabricantes, y a multinacionales mayores que ustedes como NTT DoCoMo y otras. No soy japonés. No me vendan servicios para japoneses. No me cuelen más tonterías inútiles. Mejoren el servicio, mejoren la cobertura, no usen call centers que vejan a sus clientes, tengan una política decente de bajas, no cobren cantidades indebidas por "errores informáticos", en resumen, DEN SERVICIO, y déjense de tonterías.
Saludos, y piensen un poco con la cabeza. No se puede aumentar infinitamente la cuenta de resultados ofreciendo móviles-batidora. No me sean más tontos de lo que parecen.
Un cliente HARTO.
Pd: También envío copia de su carta a la central de Nokia en Finlandia, en la confianza de que algo de cordura salga de todo esto.