Ya está aquí la fecha prevista para la entrada en vigor de la primera fase de la normativa que regula la forma en la que se cargan los móviles y todo tipo de dispositivos electrónicos, afectando tanto al tipo de conector que se puede emplear para la alimentación como a la velocidad a la que se carga.
El "Reglamento por el que se establecen los requisitos para la comercialización, puesta en servicio y uso de equipos radioeléctricos, y se regula el procedimiento para la evaluación de la conformidad, la vigilancia del mercado y el régimen sancionador de los equipos de telecomunicación"1 fue modificado el pasado mes de abril para trasponer la normativa marcada por Europa sobre el cargador universal.
El primer cambio tiene que ver con el conector, pasando el de tipo USB-C a ser obligatorio. Esto significa que los móviles antiguos con conector de tipo Micro-B, muy común hasta hace unos años, deben retirarse del mercado. El cambio afecta a móviles baratos como el Redmi A2, Poco C55 o el Zte Blande A53, que aunque a día de hoy pueden encontrarse en tiendas como Amazon, no podrán seguir a la venta a partir del sábado.
El segundo cambio es para los cargadores que acompañen a dispositivos capaces de cargar a más de 15W. Estos deberán soportar la carga rápida con el estándar USB PD (Power Delivery), que permite voltajes de hasta 20V y 5A, suministrando una potencia de hasta 100W a través de un cable USB.
Potencias superiores de hasta 240W soportadas por USB PD 3.1 y la carga inalámbrica Qi2 no se contemplan en la normativa, aunque podrían incluirse en el futuro.
Símbolos que indican si incluye cargador y la potencia de la carga rápida
Finalmente el empaquetado del producto deberá mostrar mediante símbolos si el cargador está incluido junto con el dispositivo y si soporta carga rápida, precisando la potencia mínima y máxima.
A partir del 28 de diciembre de 2024 estas obligaciones afectan a tabletas, cámaras digitales no profesionales, auriculares, videoconsolas portátiles, lectores de libros electrónicos, teclados, ratones y navegadores GPS. Los ordenadores portátiles quedan por el momento exentos de aplicarlas hasta el 28 de abril de 2026.
