La instalación de cableado y cajas de fibra que ocupan las fachadas de los edificios tendrá que minimizar el impacto visual, según la nueva Ley general de Telecomunicaciones. El Ayuntamiento de Barcelona ya está requiriendo a las operadoras que saneen los puntos más descuidados denunciados por la ciudadanía.
Las operadoras tienen derecho a usar las fachadas
La ley actual da carta blanca a los despliegues de fibra de las operadoras al considerarlos obras de interés general. Las redes públicas de comunicaciones electrónicas están consideradas equipamiento de carácter básico, como lo es la luz o el agua.
Según la Ley General de Telecomunicaciones, las compañías tienen derecho a ocupar la propiedad pública y privada para desplegar sus cables. Aunque se les pide que utilicen preferentemente las canalizaciones subterráneas o en el interior de los edificios, si estas no existen pueden hacer despliegues aéreos y en fachadas sin necesidad de pedir permiso, simplemente notificandolo al propietario con un mes de antelación. La única limitación es no tocar el patrimonio histórico-artístico o elementos que afecten a la seguridad pública.
Sobre todo en las grandes ciudades es habitual ver el despliegue paralelo de varias operadoras. Junto a las cajas CTO de Movistar podemos ver las de Orange, MásMóvil y nuevos jugadores que están desplegando fibra activamente como Digi. Las operadoras tratan de ubicar las cajas en un mismo punto de la fachada para facilitar el intercambio de las acometidas de los clientes cuando portan de la red de una operadora a otra. El resultado es que el cableado y las cajas se acumulan en algunos puntos, lo que junto con la falta de cuidado de algunas contratas instaladoras (apremiadas por otra parte por el ajustado presupuesto que las operadoras asignan a cada intervención) impacta gravemente en el aspecto visual del conjunto.
Barcelona toma medidas
El movimiento ciudadano #patrimonicablejat
denunciaba con fotografías en Twitter los casos más alarmantes relacionados con el cableado instalado sobre el patrimonio histórico en la ciudad de Barcelona. Ahora el Ayuntamiento de la ciudad ha identificado los puntos más conflictivos y enviado a las operadoras una carta1 en la que les requiere que en el plazo de un mes reestructuren el cableado o lo retiren definitivamente si no está en uso.
La nueva LGT obliga a minimizar el impacto visual
El verdadero cambio vendrá con la nueva Ley General de Telecomunicaciones, que servirá de base legal para poder exigir a las operadoras que mejoren el aspecto del trazado de la fibra en la calle.
La nueva LGT introduce cambios destinados a poner orden en los despliegues en fachadas. Así, la nueva redacción dice que los despliegues aéreos tendrán "carácter excepcional" y los despliegues en fachada tendrán que "adoptar las medidas oportunas para minimizar el impacto visual", una obligación que no existía hasta ahora.
Tras la plaga de la fibra vendrán las microantenas 5G
Las facilidades que se da a la fibra para ocupar la calle es una de las razones que han permitido a España ocupar el liderazgo en despliegue y alcanzar cifras de cobertura del 85% de los hogares.
Si la LGT del 2014 facilitó la extensión masiva de la fibra al eliminar cargas administrativas para su despliegue, la nueva LGT 2022 tratará de repetir el éxito con las redes móviles aplicando una política similar para el 5G, al permitir que las operadoras instalen microceldas 5G en los elementos de mobiliario urbano propiedad de ayuntamientos y otras administraciones públicas. Todo ello sin necesidad de solicitar permiso previo y de forma gratuita, puesto que se les exime del pago de tasas por la ocupación.