El despliegue navideño de este año ya está haciendo efectos. Todavía no habíamos hablado por aquí de él para no aburrirles con el tema y porque realmente es indignante el dinero -2.8 millones de euros- que el gobierno español dedica, por segundo año consecutivo, a atemorizar y sentir moralmente responsables de la evolución de la tecnología y, gracias a ella, de la cultura, a los internautas.
Tenemos spots de TV, de radio e incluso manifestaciones. Tendremos banners en Internet y más tonterías que llegarán hasta el próximo año, coincidiendo con el Día Internacional de la Propiedad Intelectual el 23 de abril. Pero hoy, en el colmo de los despropósitos, Jesús Vázquez, presentador de Operación Triunfo, un programa donde artistas copian y hacen suyas canciones ajenas, ha dicho, en un momento previo a las valoraciones del jurado donde la audiencia pasa de un 25 a un 44%, cuando casi la mitad de las personas que sintonizaban la TV, tenían a Tele5 en su pantalla, lo siguiente: "timamente, nos hemos acostumbrado a conectarnos a Internet y piratear los discos".
Las reacciones no se han hecho esperar, han sido casi automáticas como la de David Bravo: "(...) refiriéndose expresamente a las descargas de Internet, (ha dicho) que "robar música, robar estas ideas es un delito y además es acabar con ella". Resulta paradójico que este programa de karaoke caro que cada año lanza al estrellato cantantes que son absolutamente indistinguibles entre sí diga tener miedo a la copia".
En Menéame está a punto de salir a portada en tiempo récord. En los comentarios, Mario Quartz del Partido Pirata, afirma que están pensando en denunciar por difamación. Está difícil salvo que acudan en su propio nombre porque los internautas, en general, no tienen un NIF o CIF lo que es indispensable procesalmente para los delitos contra el honor que, salvo casos de funcionario público, autoridad o agente, no pueden iniciarse "de oficio".
