La plataforma del vehículo conectado de la Dirección General de Tráfico será en poco tiempo el gran hermano que sabrá todo lo que pasa en las carreteras españolas. Los vehículos conectados reportarán en tiempo real junto con su posición GPS si se han encendido las luces antiniebla, el limpiaparabrisas, intermitentes de emergencia o se ha disparado el ESP en un derrape. Los algoritmos de DGT 3.0 utilizarán los datos para detectar incidencias en la carretera. ¿Cómo afectará esto a la privacidad de vehículos y ciudadanos?
- 1 Qué es la plataforma DGT 3.0
- 2 Cómo funciona DGT 3.0
- 3 Para qué sirve DGT 3.0
- 4 ¿Se usará DGT 3.0 para espiar el comportamiento de los conductores?
Qué es la plataforma DGT 3.0
DGT 3.0 es el nombre de la plataforma de vehículo conectado desarrollada por la Dirección General de Tráfico para interconectar en tiempo real todas los elementos que participan en el tráfico sobre las carreteras españolas, incluyendo vehículos, conductores, infraestructura, servicios y fuerzas de seguridad. Se trata de un servicio alojado en la nube, escalable y de alto rendimiento capaz de recibir datos de numerosas fuentes y procesarlos en tiempo real para obtener información útil que se envía de vuelta a los usuarios. Todo ello de forma gratuita, manteniendo la seguridad de la información y respetando el anonimato de los participantes.
Lo que DGT 3.0 no es, pese a que su nombre anime a pensar en ello, es una app para el móvil, aunque la información que genera podrá ser utilizada por apps comerciales como ya hacen Waze o Google Maps.
El proyecto de DGT 3.0 empezó a gestarse en el 2017, cuando salió a concurso el pliego1 que describe detalladamente el funcionamiento de la plataforma, por la que el Gobierno ha pagado un total de 4,5 millones de euros. En junio de 2021 se completó la implementación de las 7 primeras funcionalidades que presta a los usuarios.
Aunque el porcentaje de vehículos conectados aún es pequeño (la capacidad inicial de la plataforma es de 2 millones de vehículos simultáneos conectados), se espera que en los próximos años a medida que más elementos se conecten a DGT 3.0, la plataforma se convierta en el cerebro que sepa y controle todo lo que pasa en las carreteras del país. Esto despierta la suspicacia de algunos conductores que temen que pueda ser empleado para otros propósitos más allá de la seguridad vial.
Cómo funciona DGT 3.0
En realidad DGT 3.0 es la extensión española de la plataforma a nivel europeo Data for Road Safety, en la que participan las autoridades de tráfico de Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Holanda, Luxemburgo y Reino Unido. Fabricantes como Audi, BMW, Ford, Mercedes, Scania y Volvo ya se han unido para conectar sus vehículos a través del estándar Safety Related Traffic Information (SRTI) Ecosystem2 que define el formato de los datos que intercambian las partes.
Los fabricantes que firmen la adhesión al sistema procesarán la información que reciben a través de la red móvil 4G/5G procedente de los sensores de los vehículos de su marca, para alimentar el sistema. Los usuarios de vehículos que de serie no vienen conectados podrán conectar un módulo al puerto OBD-II de su coche para contribuir con los datos de sus sensores. Incluso a través de apps de navegación social podrá reportarse incidencias o un usuario vulnerable como un ciclista señalizar su posición.
Para qué sirve DGT 3.0
El primer caso de uso conocido de la plataforma DGT 3.0 es el de las nuevas balizas conectadas V-16, que se colocan sobre el vehículo para señalizar que se ha detenido en la calzada por una avería. Hay que recordar que las que se venden actualmente son una alternativa opcional al triángulo de emergencia y no servirán a partir de 2016, puesto que no equipan la conectividad con DGT 3.0.
La versión de la baliza V-16 con conectividad móvil, envía automáticamente al colocarse sobre el coche las coordenadas del vehículo averiado. DGT 3.0 difundirá esta información para que los paneles de mensaje variable más cercanos situados sobre la vía adviertan de la situación a los vehículos que se aproximan. En este punto entrará en juego otra de las novedades incorporadas en la última revisión del Código de Tráfico y Seguridad Vial, la señal V-27 Triángulo virtual, que los vehículos conectados tienen en su panel de instrumentos para indicar al conductor, que está aproximándose a un vehículo detenido.
El segundo caso de uso está muy relacionado. Se trata de mensajes estandarizados con un icono visual que se mostrarán en los paneles de mensaje variable físicos colocados en la carretera, pero también en un panel de mensaje variable virtual que equiparán en el salpicadero los vehículos conectados, recibiendo así información sobre averías, accidentes, desvíos, itinerarios alternativos, retenciones, carriles reversibles y zonas con restricciones de acceso a las ciudades.
DGT 3.0 también tiene un componente social que se alimentará de las incidencias reportadas por los usuarios a través de apps conectadas a DGT 3.0 como Waze, Google Maps o los sistemas integrados en el vehículo. Estas envían las coordenadas en las que se ha producido el incidente y el tipo: vehículo detenido, accidente, estrechamiento, carretera cortada, niebla, etc. La información se agrega y verifica para confirmar el evento y difundirlo al resto de vehículos.
También un vehículo podrá indicar a DGT 3.0 cuando quiera ser visible para otros, por circular a una velocidad anormalmente reducida, ser un vehículo de emergencias como una ambulancia, o estar circulando en condiciones de niebla, lluvia intensa o en zonas de montaña con curvas. Peatones y ciclistas también podrán enviar esta señal para ser advertidos más allá de la línea de visión.
Por otra parte, para determinar de forma automática mediante algoritmos de inteligencia artificial cuándo se ha producido un incidente, DGT 3.0 necesita cantidades ingentes de datos. Una fuente serán los eventos que genera el sistema electrónico del coche, como cuando se dispara el control de estabilidad ESP al dar un volantazo, o si se han encendido los antinieblas, intermitentes de emergencia o el limpiaparabrisas. Estos cambios se enviarán a la nube indicando coordenadas y sentido de circulación. Los algoritmos de DGT 3.0 podrán inferir con ellos si en una zona hay niebla, la calzada es deslizante o está lloviendo y poner esta información a disposición del resto de usuarios.
¿Se usará DGT 3.0 para espiar el comportamiento de los conductores?
Una de las principales preocupaciones de los ciudadanos es si toda esta capacidad por parte de las autoridades de tráfico para conocer en tiempo real lo que ocurre en la carreteras, incluso con detalle a nivel de vehículo, se utilizará con fines recaudatorios, para vigilar que los conductores respetan las normas de tráfico, sancionando a los que las infrinjan.
Aunque es técnicamente posible, el pliego publicado por la DGT especifica claramente que el objetivo de DGT 3.0 es únicamente incrementar la seguridad vial. Entre las características fundamentales de la plataforma se menciona la anonimidad y se excluye la posibilidad de identificar vehículos y personas.
La solución tecnológica ofrecida deberá preservar siempre la identidad tanto del vehículo como del conductor, de forma que esta información solamente podrá utilizarse para garantizar o incrementar la seguridad vial en el territorio español y, en ningún caso, con fines de identificación personal o análisis de comportamiento.
Aunque los datos enviados por el vehículo incluyen las coordenadas con la posición GPS, se excluye expresamente la matrícula, que es el dato básico para identificarlo y en su caso iniciar un procedimiento sancionador.
Relacionado: España tendrá 6 canales para el wifi que conectará los coches entre sí con V2X
