El Gobierno rectifica el Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias (CNAF) para preparar la subasta de la tercera banda destinada al 5G en el que por primera vez las empresas podrán alquilar frecuencias sin pasar por las operadoras para montar redes 5G privadas.
Esta banda se subastó en diciembre de 2022. Puedes ver su distribución final en este artículo: Movistar tiene más del doble de frecuencias 5G mmWave que Orange y Vodafone en 26 GHz
Solo 6 meses después de la última gran actualización del Cuadro Nacional de Atribución de Frecuencias (CNAF), el Gobierno prepara una nueva modificación1 necesaria para introducir algunos cambios y adaptarlo a las Decisión de Ejecución que llegan de Europa.
La primera de ellas tiene que ver con el 5G. Actualmente las operadoras disponen de dos bandas de frecuencias exclusivas para 5G en 700 y 3,6GHz, suficientes en la fase introductoria de la tecnología que nos encontramos. La previsión es que la demanda de ancho de banda siga aumentando y en lugares con alta concentración de usuarios las operadoras sean capaces de atender a miles de personas sin que se vea afectado el rendimiento de la red.
Las operadoras tendrán que compartir las frecuencias 5G
La responsabilidad de ofrecer caudales muy elevados en distancias cortas dentro de lugares con gran afluencia de público recaerá en la tercera banda 5G por orden de importancia, los 26 GHz, conocidos como n258 en jerga técnica. Otra de sus aplicaciones es proporcionar enlaces punto a punto de tipo FWA para suministrar conexiones domésticas con prestaciones próximas a la fibra en hogares hasta donde no llega el despliegue.
Aunque la primera generación de móviles 5G no soporta esta banda, cada vez son más los modelos que vienen preparados para utilizarla. En España todavía está pendiente de subasta, proceso con el que las operadoras interesadas podrán adquirir los derechos para utilizarla y que se producirá previsiblemente antes de que acabe el año.
El nuevo CNAF modifica la UN-92 que describe cómo se usará esta banda, para introducir dos cambios importantes. El primero es que no solo las operadoras de telecomunicaciones podrán utilizarla. Aunque la banda tiene un total de 3.250 MHz situados entre los 24,25 y 27,5 GHz, solo 2.800 MHz se subastarán para las operadoras. 450 MHz de la banda quedarán reservados para "usos locales en régimen de autoprestación". Se trata de una medida que perjudica a los intereses de las operadoras, pues hasta ahora para acceder a cualquier espectro de la telefonía móvil había que pasar por ellas. Con la reserva de estos MHz para autoprestación cualquier empresa podrá alquilar de forma temporal y en un área determinada la cantidad de espectro que necesite para crear una red 5G privada sin necesidad de intermediarios. Esto tendrá aplicación especialmente en la digitalización y automatización de cadenas de producción y centros industriales, para los que las redes 5G ofrecen una conectividad mucho más robusta que las soluciones tradicionales mediante redes inalámbricas wifi.
Para las operadoras saldrán a subasta previsiblemente 14 bloques de 200 MHz de ancho. Suponiendo la participación de las 3 principales operadoras, 2 de ellas se quedarían con un total de 1 GHz y la tercera con 0,8 GHz. Se trata en cualquier caso de cantidades de espectro enormes capaces de alojar caudales de más de 10 Gbps.
La modificación del CNAF también aprovecha para limitar la cantidad de frecuencias que podrán estar en manos de un solo operador en esta banda a un máximo de 1 GHz. Esta limitación se suma a las que ya existen en otras bandas y que puedes ver en la imagen.