Sólo quedan algunos días para que la banda ancha móvil disponible en España aumente de forma radical su calidad. Vodafone y Movistar activarán a partir del día 9 el UMTS en la banda 900 MHz, lo que permitirá que la señal 3G tenga una penetración similar a la que goza el GSM. Es el cambio más importante para internet móvil desde su llegada a nuestro país.
En esta ocasión la mejora no viene en forma de mayor velocidad gracias a alguna evolución del estándar HSPA, como ha ocurrido con anteriores anuncios realizados por las operadoras. Se trata de algo mucho más sencillo pero que a la vez tendrá mucho más impacto, ya que afectará directamente a la calidad de internet móvil que reciben la gran mayoría de usuarios.
El gobierno fijó en tres meses después de la finalización del concurso público que otorgó frecuencias a Orange y Yoigo, la fecha en la que Vodafone y Movistar serán libres para utilizar la banda 900, actualmente empleada para el GSM, para emitir señal UMTS. Este plazo vence el próximo viernes 9 de septiembre.
Tanto Vodafone como Movistar han confirmado que explotarán esta posibilidad desde el primer día, aunque será de forma progresiva. Durante los últimos meses ambas operadoras han actualizado gran parte de su red de estaciones base de telefonía móvil para que puedan emplear la banda 900 con 3G.
No tenemos datos a nivel nacional, pero si tomamos como referencia los datos que Movistar ha facilitado referidos a la Comunidad Valenciana, el día 9 las mejoras llegarán a un 15% de la población, aumentando al 50% para final de año. El otro 50% notará la mejoría a lo largo del 2012, completando el despliegue en 2013.
El 3G se libra del sambenito de tener mala cobertura
La cobertura ha sido un lastre para el 3G desde su aparición. Relegado a la banda de 2,1 GHz, su señal no está preparada para superar obstáculos físicos de envergadura ni para cubrir grandes áreas. Esto provoca que aunque las operadoras hayan hecho grandes esfuerzos para instalar más estaciones base, la cobertura siga siendo problematica.
Los smartphones con conectividad permanente a internet móvil, tienen que conmutar constantemente entre la red 3G y la red GSM debido a que sufren pequeñas perdidas de señal, incluso en zonas con buena cobertura 3G, producidas simplemente por gestos cotidianos como dejar el móvil en un bolsillo o tumbado sobre la mesa. El esfuerzo extra que les exige la comunicación 3G en la banda 2,1 GHz acaba por afectar al consumo, reduciendo la duración de la batería.
Además de los residentes en zonas urbanas, las grandes beneficiadas serán las zonas rurales, que conservarán la cobertura 3G en áreas alejadas de los núcleos urbanos donde ahora no llega.
Estos problemas serán historia una vez se combinen las ventajas del 3G y su facilidad para transmitir datos a alta velocidad, con la penetración de señal y cobertura que actualmente tiene el GSM.
Para quién quiera profundizar en el tema, la neutralidad tecnológica para Movistar y Vodafone en la banda 900 está regulada en el artículo 4 (página 6), de este BOE.