Durante este verano, por primera vez en España hemos vivido la explosión de la banda ancha móvil. Todas las operadoras han revisado a la baja sus tarifas de internet móvil, lo que ha permitido a muchos usuarios hacerse con un modem USB 3G y una tarifa de datos ajustada a sus necesidades y seguir conectados durante las vacaciones.
Sin embargo, en los foros sobre móvil, el sentimiento general es que la velocidad obtenida es francamente baja si la comparamos con lo que prometen las operadoras. Movistar y Vodafone especifican en algunas de sus ofertas que son hasta 1 Mbps, pero Orange y sobre todo Simyo, quien tiene la tarifa de datos móviles más popular del momento, hablan de 3,6 Mbps.
La realidad es que a día de hoy es muy difícil alcanzar la velocidad prometida. Son muchas las experiencias de usuarios con 100% de cobertura HSDPA que no superan los 800 Kbps, muy por debajo de los 3,6 prometidos. Quizá Johan Andsjö de Yoigo tenía razón cuando lo criticamos por decir que no veía necesario actualizar su red a HSDPA.
La razón está en el llamado backhaul. La mayoría de las estaciones base actuales no fueron diseñadas para ser nodos de acceso a internet y el enlace que las une con la red troncal del operador tiene un ancho de banda muy reducido. 2 Mbps para todos los usuarios conectados es la capacidad del backhaul más habitual. Eso explicaría por qué durante este verano, en muchos puntos de la costa la velocidad obtenida era muy reducida, si es que permitía conectar, aún con el máximo de cobertura.
Esta situación cambiará progresivamente, a medida que las operadoras enlazan las estaciones mediante fibra óptica o mediante varias líneas ADSL trabajando en paralelo. Vodafone y Telefónica ya están haciendo fuertes inversiones en este campo.
Primera denuncia de un usuario no conforme con su velocidad 3G
Un propietario del iPhone 3G ha demandado a la telefónica AT&T y a Apple por no suministrarle la velocidad prometida. Según su denuncia, AT&T no ha dimensionado su red para la cantidad de iPhones vendidos.