Leo en Boing Boing que la Administración Bush ha anunciado que en octubre de 2006, todos los pasaportes de EEUU, tendrán implantado RFID, que es un sistema de identificación por radio frecuencia, con la siguiente información en sus 64 Kb: Nombre, nacionalidad, sexo, fecha de nacimiento y una fotografía digital del poseedor del pasaporte. Eventuamente, se contempla añadir datos digitales como huellas dactilares o escaner de iris.
La privacidad, una vez más, en entredicho, porque este sistema tiene ciertos inconvenientes como que puede ser leído a cierta distancia sin conocimiento del individuo y es posible la asociación de datos si se realiza una compra portando un chip. Para evitar la lectura lejana, según cuentan en Kriptópolis, se implementará una cubierta protectora y un sistema de autenticación basado en claves criptográficas, que ya ha sido calificado como vulnerable por expertos de RSA Security y la Universidad de California.
Aún así, se dice que con los nuevos lectores, es posible leer esos datos a 50 metros del chip, que han llevado tradicionalmente los animales de compañía. La polémica está servida.